UN EMOTIVO VÍDEO
Una tortuga a la que le amputaron dos piernas vuelve a caminar gracias a una silla de ruedas
Eddie, una tortuga de 23 años, perdió la movilidad de sus patitas delanteras en mayo tras ser atacado por una rata. Pero ahora, gracias a su dueña y a su silla de ruedas, puede volver a jugar con sus hermanitos.
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Si hay unas publicaciones en las que, pase lo que pase, siempre nos detenemos esas son las de animales. Y es que, siempre consiguen 'tocarnos la patata'. En esta ocasión, lejos de haber sido un perro o un gato, ha sido una tortuguita la que ha hecho que se nos salten las lágrimas (porque así ha sido).
Él es Eddie, una tortuga de 23 años que a finales de mayo de 2022 fue atacado por una rata en el jardín.
Pese a los incondicionales esfuerzos de los veterinarios perdió la total movilidad de sus patitas delanteras pero su dueña, Emma McNicholas, ha desembolsado una cantidad de 1000 libras en facturas veterinarias para garantizar que su pequeño pudiera volver a hacer 'vida normal'.
Como poder volver a jugar con los pequeños de la casa, Alfie y Lola, de 11 y 8 años respectivamente, y por supuesto también con Luna, la perrita de 4 años, en su casa de Warrington (Reino Unido).
Tal y como puedes ver en el vídeo de 'Cater News' que acompaña a la noticia, Eddie ahora se mueve a través de una 'sillita de ruedas' hecha con un soporte y ruedas de juguete de la conocida marca Meccano, de los años 90.
Ha sido la mamá de la familia quien ha sacado a la luz las imágenes que, sin duda, despiertan nuestro lado más emotivo, entre las que vemos como sus 'hermanitos' juegan y se muestran de lo más cariñosos con él.
Otros casos de animales con discapacidad
El año pasado nos hacíamos eco del adorable vídeo de un perrito discapacitado que se acerca emocionado a su dueño para pedirle que le rasque la espalda.
Lo cierto es que el pequeño Jingjo, de 2 años por aquel entonces, "nació con solo dos piernas", tal y como confesó su dueña, Preeyasiri Sriduangjai.
También conocíamos el caso de decenas de perros con discapacidad en sillas de ruedas que se daban un chapuzón para refrescarse en un arroyo en Mueang Chonburi, Tailandia.
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