3 claves imprescindibles para lograr que no te afecte lo que piensan de ti

Por mucha confianza que tengamos en nosotros mismos, hay momentos en la vida que uno no puede evitar dejarse arrastrar por el bajón. Es ahí cuando más vulnerables nos sentimos y más nos duelen las palabras de los demás, pero lo que debemos aceptar es que son parte de la vida y no quedarnos estancados en los pensamientos negativos.

No hay fórmulas mágicas ni recetas que consigan venderte la clave de la confianza, ni tampoco trucos extraordinarios que hagan que las críticas te resbalen, pero nosotros te traemos unos pequeños tips que pueden ayudarte en tus horas más bajas.

1-A veces es cuestión del enfoque

A menudo ocurre que nos tomamos muy mal comentarios ajenos, sin ser conscientes de que el cómo estemos anímicamente también afectará a cómo recibimos esos comentarios. No es lo mismo recibir una crítica cuando estamos bien, a hacerlo en un momento de susceptibilidad.

Así que recuerda: antes de tomarte mal de primeras una crítica, encuentra el enfoque constructivo. Piensa que de todo se aprende y que es mejor asimilarlo y remontar que estancarse en “es que el problema soy yo”.

2-No tienes por qué agradar a todo el mundo

El consejo más básico que siempre tendemos a olvidar. La relación más duradera que tendrás en tu vida será contigo mismo/a, ¡por lo que no la descuides!

Eso sí: esto no quiere decir que debas pasar absolutamente de las opiniones ajenas, pero sí saber establecer un filtro y aprender a no machacarte por tus errores.

3-Trabaja tu autoestima, no los likes

En este punto son clave las redes sociales. Nunca, jamás, dejes que los likes determinen quién eres. Vivimos en una era en la que parece que la satisfacción personal está estrechamente ligada al número de seguidores que tengamos, y eso es un grave error.

Tú eres tú independientemente de lo que muestres en Instagram o Tiktok, y lo mismo para la gente que te rodea. Nadie tiene una vida perfecta y lo importante es aprender a estar satisfecho con uno mismo.

Como siempre ocurre con los consejos, siempre es mucho más fácil darlos que aplicarlos. Pero una cosa está clara: si no lo intentas, no ocurrirá. Aprende a quererte bien ;-)