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Primer juicio en Minecraft

"AuronPlay es ahora mi suegro": el día más raro para Lolito en Karmaland

Luzu, Auronplay, Vegetta777, Fargan y el ilustrísimo alcalde Lolito Fernández pierden definitivamente la cabeza en el último episodio de Karmaland.

-Lolito Fernández, uno de los youtubers más populares de España

Lolito Fernández, uno de los youtubers más populares de EspañaVodafone Giants

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Una de las cosas que más gusta a los seguidores Karmaland es que no tienen ni la más mínima idea de lo que va a deparar cada nuevo capítulo. Más cerca del teatro de improvisación que de lo que entendemos como una serie, el episodio del domingo reunió a una manita de youtubers que tenían cuentas pendientes ni más ni menos que con la justicia.

Como lo oyes: Karmaland da un giro en sus aventuras y se mete de lleno en el mundo de los abogados, traiciones y acusaciones variadas. Luzu, principal sospechoso de lanzar maldiciones a sus vecinos; Vegetta777 de abogado defensor y confidente; Lolito en representación de la autoridad ciudadana; Fargan asegurando el orden en la sala y AuronPlay acudiendo como juez y víctima. Un culebrón en toda regla.

ElRubius no pudo pasarse por el juicio, pero sí parece que estuvo viéndolo un rato por streaming y quedó tan contrariado como muchos otros espectadores. Auron acusaba a Luzu de "tener lava peligrosa en casa" y de lanzar maldiciones contra él, pero no pudo demostrar este último punto y acabó claudicando ante las quejas de Vegetta.

Auron sin embargo seguía a la carga e insistía en que Luzu no era un ciudadano ejemplar del vecindario, ya que guardaba cadáveres en su jardín. Su abogado respondía acalorado que todo eran rumores infundados, y harto de la insistencia organiza una fuga apresurada.

Fargan no llega a tiempo para detenerlos, y la persecución cobra tintes épicos cuando en mitad del jaleo cae un meteorito. Excusa estelar y astronómica para poner fin a las hostilidades... hasta que alguien acusa de vuelta a Lolito de no emplear los impuestos en lo que debería. Y para demostrarlo, enseña una foto del ayuntamiento con una bodega, que el andaluz explica que ha pagado con sus ahorros.

Sea como sea, todo acaba en una fiesta en casa de Vegetta que se desmadra, con besos furtivos, malentendidos y rarezas improvisadas que arrancaron las carcajadas de los espectadores. Como dice uno de los comentarios: "Todos necesitamos un psicólogo, hasta el mismo psicólogo del pueblo".

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