Chica gamer y ciberacoso: la intolerable situación que vivió una jugadora online

Llegar a casa después de un día largo, descalzarse y coger el ratón del ordenador para echar unas partidas es un plan idóneo para desconectar del mundo real para muchísimas personas. Lo que en origen se consideraba un hobby masculino está llegando cada año a más chicas, pero la sombra del machismo oscurece en ocasiones las ganas de pasárselo bien.

Es lo que cuenta Lexie en un tuit que se ha convertido en viral a causa de la crueldad con la que es tratada, algo a lo que lamentablemente parece que nos estamos acostumbrando en redes. La usuaria comenta que estaba intentaba "echar unas partidas a Valorant", activó el micro para comentar algo en su match, y se descubrió como hembra humana, un pecado imperdonable para algunos energúmenos.

La grabación retrata a un usuario fuera de sus cabales diciendo la habitual colección de insultos de los simpatizantes con la violencia de género, con todo tipo de insultos y tópicos trogloditas. Según Lexie, su compañero de equipo pero enemigo en el compañerismo vital hasta amenazó con violarla, de lo que no hay constancia en las pruebas que presenta.

Por si la ofensa fuera poca, con la colaboración de sus seguidores y la viralidad del tuit se logró identificar al responsable de los comentarios machistas, que además sacó pecho en redes asegurando que para él "todo era humor". Y añade: "Si a ti te molesta que te digan esas cosas existe un botón en el juego para mutear a los jugadores". Sin palabras me deja a mí...

Camino de las 600.000 reproducciones, el vídeo por lo menos ha dejado claro que la inmensa mayoría de los jugadores condenan estas actitudes. Según datos de la agencia WINK TTD, el 43 por ciento de los usuarios de videojuegos en 2019 eran chicas, casi un 20 por ciento más que dos años antes.

De lo que no habla el estudio en cuestión (se llama 'Descubriendo los Esports en España') es de la cantidad de paletos trasnochados que habitan los servidores de Valorant. Probablemente sean tan pocos que serán insignificantes, pero hay que ver el ruido que arman.