El extravagante capricho de WillyRex y Cristiurbi para cuidar de sus mascotas

En la familia de Guillermo Díaz Ibáñez hay cuatro miembros: él mismo, su prometida Cristina y sus perros Zeus y Hermes. Nada raro ni fuera de lo habitual, si no fuera porque él tiene millones de seguidores en YouTube, ella supera de largo el medio millón en Instagram y sus caniches rozan los trescientos cincuenta mil followers en esa misma red social.

Son más conocidos como WillyRex y Cristiurbi, y en su nutrida vida social en redes sociales no dejan de compartir instantáneas de sus animales, así como hacerles un perfil a medida. Son unos caniches influencers, y cualquier ocasión es buena para mostrar cómo de integrados están en la rutina de ambos.

"Hemos decidido llevar a nuestros perros a un entrenador personal", decía ayer Willy, algo que ya había dejado caer en stories días antes y que había levantado un montón de preguntas, causa por la que inició este nuevo tema de conversación. Zeus, por cierto, es el marroncito, y Hermes, "el de los pies veloces", el más clarito.

"¿Qué ventajas tiene? Pues en primer lugar, no hay ningún sitio al que vayan más contentos, y eso que a veces se frustran en los ejercicios que hacen. Aun así van supercontentos", explica el karmalanero, añadiendo que no tienen casi ansiedad y que este raro hábito hace que mejore la relación entre ellos, además de que son más obedientes con las órdenes de sus famosos amos.

"No estoy seguro hasta qué punto es necesario llevarlos a un centro de estos", reconoce, y añade echando un capote a posibles camaradas youtubers perrunos: "Estoy seguro de que en YouTube hay un montón de vídeos donde te explican esto perfectamente. Yo lo hago por despejarme, salir de casa, y que ellos estén en un entorno controlado con más perros".

Se da el hecho de que Cristiurbi y WillyRex tenían prevista su boda para este finde, pero entre el confinamiento y cómo se ha quedado el mundo en estos tiempos convulsos, están aprovechando para pasar más y mejor tiempo con sus peludos acompañantes. ¡Que aprovechen para enseñarles a llevar los anillos al altar!