SHIPPEANDO
Laura Cambón, la última sensación de TikTok
Con 18 años recién cumplidos, la gallega despega en redes sociales con muchos de sus seguidores shippeándola con Marina Rivers.
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A las grandes estrellas de las redes la mayoría de las veces no les hace falta cambiarse el nombre para que todo el mundo se quede con ellas. Le pasa a Ibai Llanos con ese magnetismo de 'persona normal', y le pasa a Laura Cambón por salirse de la norma.
La tiktoker superó la mayoría de edad este verano, y el millón de seguidores unos meses antes. Como buena estrella emergente, empezó en eso del famoseo influencer "sin ninguna pretensión, la verdad", como confesaba en una entrevista para la emisora gallega RadioVoz Bergantiños.
En su agencia (la misma de Marina Rivers o Lucía Bellido) la describen como "una persona afable, cariñosa y bastante tímida pero muy divertida", algo que se ve de primeras en los tiktoks que sube a la plataforma. Algo tiene que tener, porque ha subido centenares de miles de followers en un suspiro.
Abiertamente bisexual, hace unos meses comenzó a tontear por las redes sobre cuánto le gustaba la Riverss, algo que incluso llegó a confesarle cara a cara. Ahora que su compi de agencia y profesión está soltera, las redes intentan shippearlas una y otra vez. Por cierto, también se ha dejado ver al lado de Claudia García, otra gigante de la plataforma en España.
Pero el éxito no le viene de ser una groupie de influencers consagradas: ha duplicado su audiencia en TikTok hasta los dos millones y medio de seguidores en cuatro meses, y le ha ido mucho mejor en Instagram en el mismo período, pasando de 70.000 fans a superar la barrera de los 400.000 hoy mismo.
Sus números y una misteriosa belleza consiguieron que protagonizase una campaña de publicidad con la marca Pull&Bear, algo que, según ella, la pilló "totalmente desprevenida". Gran aficionada al deporte, estuvo dos temporadas metida en un equipo de fútbol y ahora juega en Xiria Volei, club semiprofesional de voley playa al que no puede dedicar todo el tiempo que le gustaría.
Lo que ya no es una afición es su dedicación a las redes, con un crecimiento del que muy pocos influencers españoles pueden presumir. Ojito con ella, que apunta maneras para llegar muy lejos.
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