Marina Yers vuelve a liarla con las mascarillas: "Tienen larvas"

La sensación que tienen los tuiteros cada vez que ven el nombre de Marina Yers como trending topic es siempre la misma: "a ver qué ha liado hoy". Después de grandes éxitos como "el agua deshidrata" o su descarada promoción de páginas de apuestas, ahora ha vuelto a la carga contra las medidas sanitarias.

Resulta que se ha hecho eco de una historia divulgada por Flowzeta, un cantante de alcance discreto que asegura que las mascarillas quirúrgicas tienen larvas. El rapero dijo en Instagram que "quizá el verdadero plan de la pandemia sea este", insinuando que esas larvas podrían estar causando estragos en la salud y que todo está planificado por no se sabe quién.

Según sus palabras, esas cosas que se mueven "están en todas las mascarillas quirúrgicas", y continuando las stories mencionó a otras personalidades de la plataforma que respondían confirmando que las suyas también estaban infestadas. ¿La más famosa de esas influencers? Efectivamente, Marina Yers.

Escandalizados por el disparatado anuncio, y viendo las "pruebas" que aportaban, otros tuiteros rebatieron los avistamientos explicando cuál era la realidad del asunto. Se trata de fibras textiles que forman parte del proceso de fabricación, son totalmente inofensivas y que si se mueven es por la electricidad estática.

Es un efecto similar a cuando frotamos un globo con nuestro cabello y lo ponemos junto a una superficie: se moverá un poco por las cargas que causa la fricción al desembalarla, además de la energía que acumula en el proceso de empaquetado. Muy poquita, sí, pero suficiente para mover esas fibras diminutas.

Más allá de la explicación lógica, Twitter no ha dejado pasar la oportunidad de cebarse a memes por la última ocurrencia de la polémica influencer y otros compañeros de profesión. Marina Yers, sin embargo, es la que mayor alcance tiene en redes y la que más ha levantado la voz contra las medidas sanitarias en los últimos meses.

También es cierto que después de sus palabras poco acertadas suele arrepentirse, aunque toda esta "paranoia" (como dicen los impulsores de la 'teoría larva') nos recuerda que Instagram o Twitter no son los mejores sitios para conseguir información fiable. ¿Para reírse? Desde luego que sí.