¿LOCO O GENIO?
Mister Jägger: cómo ha cambiado desde sus inicios el protagonista de la Velada de Ibai
La evolución del youtuber madrileño es sorprendente por dos cosas: lo que ha tardado en convertirse en un ídolo, y cómo la fama no le ha cambiado lo más mínimo.
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"Quién es Mister Jägger" es una pregunta que resolvimos hace años en Flooxer Now, cuando por fin tuvimos la excusa de hablar de nuestro creador de contenido favorito. Si Dalí fue el indiscutible referente en el surrealismo, nadie podría arrebatar ese mismo título a Jägger en el sector youtuber.
Nacido en Madrid en diciembre de 1994 como Alberto Redondo, su estreno en YouTube coincidió con su mayoría de edad, y desde el primer minuto en redes quedó claro que lo suyo no es nada normal. Absolutamente todos los vídeos que ha publicado tienen un mensaje oculto, una realización cuidadísima y una variedad de temas impactante.
Crítica social, machismo, racismo, tópicos, fórmulas matemáticas, música, cursos de idiomas, consejos de autoayuda... elige un tema, el más loco posible, y seguro que Jägger lo ha tocado. A su manera, of course.
El 15 de agosto cumplirá 10 años subiendo vídeos, por lo que se le puede considerar uno de los youtubers más veteranos en activo. Pero si no se le conocía tanto es porque espaciaba sus subidas para desarrollar guiones estrambóticos.
Con tanto tiempo que lleva en la plataforma, ha entablado amistad con Venga Monjas o Loulogio, creadores curtidos en otras mil batallas, con contenidos majaretas y que ni por esas se acercan al nivel esquizofrénico que Jägger exhibe a menudo.
Un crecimiento sostenido y una aparente introversión por su propio gremio hizo que tuviera un seguimiento de culto, hasta que decidió dar el salto a Twitch. Llegó la maldita pandemia y en términos profesionales le fue superbien: desde tuits hipervirales a vídeos inspiradísimos.
Trascendió entonces que se le veía muy de cerca con Amarna Miller, activista por los derechos de la mujer y exactriz en cine para adultos, con quien hace no mucho visitó (agárrate) Ucrania. Por muy poco no le pilla el triste conflicto bélico que preocupa a medio mundo.
Media España ya le conocía antes de su viaje a Chernobyl gracias a la primera Velada del Año, donde compitió como un toro imparable tumbando a Viruzz, un hueso duro de roer.
La buena forma física de Jägger viene de sus años de universidad, cuando practicaba rugby, y que ha mantenido hasta el pasado sábado, cuando se licenció con honores como boxeador temible frente al pobre Busta. Y él tan tranquilo, yendo hoy mismo como invitado a La Resistencia. Raro será que no se saque un brócoli en mitad de la entrevista.
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