IMPOSIBLE ACERTAR

Natalia Osona responde a la polémica por dar galletas mordidas a los pobres: "Cuando alguien necesita ayuda, cualquier gesto puede marcar una gran diferencia"

La influencer Natalia Osona ha recibido muchas críticas por compartir un vídeo en el que explicaba que iba a regalar a una persona pobre las sobras de las galletas que había comprado para grabar uno de sus tiktoks. Ella ha respondido explicando todo lo que ocurrió después.

Natalia Osona.

Natalia Osona.@nataliaosona / TikTok

Publicidad

No son pocas las ocasiones en las que Natalia Osona ha sido criticada por las actitudes que demostraba en sus redes. Desde hace años, las cuentas de chismorreo tienen el ojo puesto en ella para detectar cualquier desliz que pueda acarrearle una gran polémica, y en las últimas horas le ha tocado vivir una bastante grave. La influencer está de viaje junto a su pareja en Nueva York, y está publicando una enorme cantidad de contenido sobre las actividades que está haciendo allí. Una de ellas fue una visita a la famosa tienda de galletas Crumbl, en la que compró una caja de cinco cookies. Las probó junto a su novio para evaluarlas y grabar el vídeo, y después explicó que las sobras se las daría a alguna de las personas pobres que rondaban por la zona. Tras publicar ese vídeo, en Twitter le ha caído la mundial.

Natalia Osona ha publicado poco después otro vídeo en el que ha tratado de explicar todo lo que pasó después de la grabación de ese clip: le dieron la caja de galletas a un hombre que estaba pidiendo dinero, y se sentaron con él para escuchar su historia. Por lo que ha explicado Natalia, era un hombre con mujer y cuatro hijos que había emigrado de Perú para encontrar una vida mejor, pero necesitaba dinero para viajar a Oklahoma y que un amigo le diese trabajo. Por lo visto, el hombre se emocionó contando su historia, ya que se sentía muy ignorado desde su llegada a EE.UU. Natalia Osona y su novio le dieron galletas y bebidas, y una buena cantidad de dinero para tratar de ayudarle a conseguir su objetivo.

Con la historia contada al completo, la situación cambia bastante: la influencer y su pareja se esforzaron en ayudar a ese hombre, e hicieron algo que la mayoría de las personas nunca se molestaría en hacer. Pero, por otro lado, no se puede olvidar que comprar galletas sin tener hambre solo para grabar la reacción en vídeo es un acto consumista, y sería mucho mejor invertir lo que costaron esas galletas (que no son nada baratas) en ayudar directamente a alguien. Natalia Osona no es una terrible villana, como dicen los tuits de odio contra ella, pero es innegable que la profesión de influencer tiene, en muchas ocasiones, un impacto negativo en el mundo, por su superficialidad y consumismo. ¡Lo importante será intentar mantener el equilibrio!

Flooxer Now» Muy Fan

Publicidad