ADICTIVO
¿Quién es El Serres? Todo sobre el streamer IRL más polémico
El streamer ha comenzado a coger notoriedad en el complejo mundo de Twitch, donde hay que ofrecer algo realmente distinto para destacar. Lo que tiene de novedoso su caso es que está luchando contra sus adicciones, y muchos le consideran un nuevo ViviendoEnLaCalle.
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Es difícil contar la historia de El Serres sin un nudo en el estómago. Con 28 años y un amplio historial de consumo de drogas, delitos y salidas de tono a sus espaldas, decidió probar suerte contando su día a día en directo y no le está yendo nada mal en visitas, aunque todavía le queda camino por delante.
Cabe decir que toda la información que circula por internet sobre él es de dudosa procedencia, y hasta los testimonios que él daba al principio de su carrera como streamer a menudo tenían pinta de estar influenciados por un abuso de sustancias, al que en directo se comprometía a dejarlo. Por suerte, parece que así ha sido, pero lo que se ve en la pantalla, sea cierto o no, no deja de ser preocupante.
También es evidente que su subidón en seguidores se debe a una gran parte de morbo, ya que durante sus streams en ocasiones se le ha visto dándose peligrosísimos subidones de cloretilo, en lo que parecen emisiones robando en supermercados o comprando droga. Eso le ha costado que le baneen multitud de cuentas de Instagram, aunque en Twitch es mucho más cuidadoso sobre el contenido que muestra.
El punto más bajo de los directos fue cuando hacía aparentemente unos castings para prostituir a la que entonces era su novia, una relación que de ser tal y como se muestra en los vídeos sería mayúsculamente tóxica, y que algunos espectadores ponían en duda por la crudeza de sus situaciones.
El Serres basa gran parte de su contenido en chats con gente que se compadece de su terrible situación, ya que -siempre según sus palabras- era "un tío normal con su curro y deportista" hasta que se cruzó con el mundo de los estupefacientes.
Una historia similar a la de ViviendoEnLaCalle, otro streamer IRL que tras robos con fuerza, consumo de drogas y hasta varias estancias en la cárcel encontró la redención precisamente en Twitch. Las comparaciones no le hacen ninguna gracia al madrileño: "Yo cuando me abrí Twitch llevaba siete años limpio, y ya no estoy en ese mundo. No quiero saber nada de nadie que esté consumiendo, porque no hay peor amigo para un adicto que otro adicto".
Ahora en Tenerife, El Serres está en las islas porque, entre otras cosas "el cannabis está más barato", y al parecer ha recibido una cantidad de dinero suficiente (concretamente, una donación de 11.000 euros) para pasar de la tienda de campaña donde vivía a un alquiler de un año que puede pagar por adelantado. "Es la primera vez que cobro por Twitch y no sé muy bien que hacer", confiesa, mientras todos sus seguidores cruzan dedos para que haga lo correcto y no se deje tentar.
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