MENOS MAL
Rubius se libra de una estafa de cartas Pokémon: "Todo ha sido un error de fábrica"
El popular creador de contenido pensó que había sido víctima de una estafa con cartas de Pokémon valoradas en 600 euros. Más tarde, confirmó que el problema era un fallo de fabricación.
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Rubius, uno de los creadores de contenido más reconocidos en España y un confeso fan de Pokémon, pasó por un momento de tensión en su último directo de Twitch al pensar que había sido víctima de una estafa. Todo comenzó cuando, en plena retransmisión, el streamer se disponía a abrir una serie de cajas de cartas coleccionables de Pokémon, valoradas cada una en 600 euros. Sin embargo, la experiencia se transformó rápidamente en una sospecha de fraude cuando notó que los sobres parecían reempaquetados y que las cartas de edición especial que esperaba encontrar brillaban por su ausencia.
La fiebre por las cartas de Pokémon ha vuelto a los hogares gracias al reciente lanzamiento de Pokémon TCG Pocket, un juego gratuito para dispositivos móviles que ha alcanzado ya las 30 millones de descargas desde su salida el 31 de octubre. Aprovechando esta nueva moda, Rubius había decidido compartir su afición por el coleccionismo en un directo, como ya lo había hecho en otras ocasiones mostrando su preciada colección de cartas en YouTube.
En el momento de abrir los sobres, Rubius observó que las pestañas de los envoltorios estaban pegadas de forma extraña, lo que lo hizo sospechar. "Me han reempaquetado la caja y han sacado todo lo bueno que tenía", comentó el creador, lanzando una advertencia para que otros seguidores evitaran caer en este tipo de supuestas estafas.
Pero horas más tarde, tras investigar el problema, Rubius lanzó una actualización en sus redes sociales aclarando que todo había sido un malentendido. En una historia de Instagram, explicó: "Me han dicho que es un error de fábrica, que no es una estafa. Resulta ser que la caja es real, y no es una estafa, así que todo bien". Al parecer, las cartas no habían sido manipuladas ni faltaba ninguna, sino que el problema radicaba en un defecto de fábrica que hacía que las pestañas de algunos sobres quedaran adheridas al envoltorio.
Finalmente, la situación se aclaró cuando, en los sobres siguientes, Rubius logró obtener cartas premium de gran valor, como las de Umbreon y Leafeon, confirmando que el contenido estaba intacto. El incidente sirvió como una anécdota y una llamada de atención sobre los riesgos que pueden llegar a correr los coleccionistas ante errores de fabricación que se prestan a malentendidos en un mercado cada vez más popular.
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