TheGrefg pierde una apuesta con Agustin51 que le va a salir muy cara

Dicen que lo malo de los tatuajes es que son para toda la vida, y que a veces te arrepientes de lo que hiciste en un arrebato incontrolable. Entre el panorama youtuber español eso de pintarse la piel con tinta subcutánea está más o menos de moda, y ElRubius fue de los primeros en lucir un diseño personalizado en su antebrazo.

En su caso lleva una inscripción en japonés que pone 'Dovakin' en caracteres de esos orientales, y que significa "el hijo del dragón". Es una referencia a su primer vídeo en YouTube, donde se presentaba diciendo "Soy el hijo del dragón" antes de echar unas partidas a Skyrim. Anda que no ha llovido desde entonces...

TheGrefg también tiene alguno que otro en su cuerpo, y aunque no son especialmente llamativos, tienen un significado enorme para él. En el brazo, por ejemplo, se tatuó una fecha imborrable: el día en el que alcanzó los 10 millones de seguidores y se colocó automáticamente en la élite de los creadores de contenido a nivel nacional.

Ahora mismo anda cerca de los 15, lo que le sitúa muy cerca de un gigante como WillyRex en su canal principal, y no es descartable que vuelva a hacerse un tatu en directo cuando alcance esa mágica cifra. Antes, sin embargo, tiene otro pendiente.

El caso es que hace unos días el murciano y su colega Agustin51 se apostaron algo en su directo de Twitch: "Si ganamos tres partidas seguidas a Fortnite con el helicóptero en el aire, me tatúo con Agustín lo que él quiera". Es bueno recordar que en cada partida del battle royale participan hasta 100 personas, por lo que el reto tenía mucha pinta de no poder cumplirse.

Pero nada es imposible cuando dos hachas del juego de Epic se juntan, y como también había 2000 dólares en juego, se pusieron manos a la obra. TheGrefg desde el aire y Agustín repartiendo justicia desde a pie, lograron el difícil reto.

"No sé si alegrarme o cortármela", decía entre gritos la mitad del Escuadrón Salchichón. Lo que parece claro es que la pareja de amigos va a tener un recuerdo imborrable de el día en el que vencieron contra todo pronóstico... ojalá no se arrepientan.