TOUR MUNDIAL

Beyoncé arranca el Cowboy Carter Tour en Los Ángeles con sus hijas en escenario y sin vender todas las entradas

Con un derroche de estilo vaquero, escenografía espectacular y la emotiva aparición de sus hijas, Beyoncé dio el pistoletazo de salida a su nueva gira Cowboy Carter en el SoFi Stadium de Los Ángeles. La artista, que vuelve a los escenarios tras el éxito de Renaissance, apostó por una poderosa fusión de country, pop y poder femenino, aunque el arranque no estuvo exento de polémica por la baja venta de entradas.

Beyoncé durante un concierto en Las Vegas

Beyoncé durante un concierto en Las VegasGtres

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Beyoncé abrió su esperada gira Cowboy Carter la noche del 28 de abril en el SoFi Stadium de Inglewood, California, y lo hizo con un espectáculo lleno de fuerza visual, emoción familiar y un estilo audazmente western.

A sus 43 años, la superestrella del pop demostró una vez más por qué sigue siendo una de las artistas más influyentes del mundo. Desde el primer momento, Beyoncé se adueñó del escenario con una serie de impresionantes atuendos que fusionaban la estética vaquera con el glamour escénico. Uno de los más comentados fue un conjunto de diminutos shorts combinados con un brillante top plateado y calentadores de piernas suaves hasta los muslos.

La cantante también apostó por otros looks icónicos durante la noche, como un leotardo blanco con mangas de flecos, un vestido ondeante con los colores de la bandera estadounidense y un body rojo ajustado, todos complementados con sombreros de vaquero a juego. Cada cambio de vestuario parecía marcar una nueva etapa del espectáculo, reforzado por una escenografía cuidadosamente coreografiada que incluyó momentos tan espectaculares como su descenso desde el techo en una herradura gigante o su aparición montada sobre un toro mecánico metálico y, más tarde, sobre un majestuoso caballo dorado.

Pero más allá del despliegue visual, uno de los momentos más emotivos del concierto fue la presencia sobre el escenario de sus hijas: Blue Ivy, de 13 años, quien ya ha acompañado a su madre en giras anteriores, y Rumi, de siete, quien hizo una aparición pública poco habitual. Su hermano gemelo, Sir Carter, no estuvo presente, en línea con la decisión de Beyoncé y Jay-Z de mantenerlo fuera del foco mediático.

Este regreso a los escenarios llega poco más de un año después de concluir su aclamado Renaissance World Tour, y marca un nuevo capítulo artístico centrado en la fusión del country con el pop, el soul y la música negra estadounidense. Sin embargo, no todo ha sido fácil para la artista. Según varios reportes, Beyoncé ha enfrentado dificultades para vender entradas para algunas fechas de esta nueva gira, lo que ha generado especulaciones sobre una posible baja en la demanda tras el éxito arrollador de su tour anterior.

La mañana del lunes, aún quedaban más de 3,000 asientos sin ocupar en el SoFi Stadium, de los cuales menos de 650 eran entradas originales disponibles a través de Ticketmaster; el resto correspondía a reventa, lo que plantea dudas sobre el verdadero nivel de asistencia y el impacto de los precios inflados en el mercado secundario.

Aun así, Beyoncé demostró por qué sigue siendo una fuerza imparable en la industria musical. Su entrega, presencia escénica y capacidad de reinventarse quedaron más que evidentes durante las más de dos horas de show. Cowboy Carter no solo es un homenaje a las raíces musicales estadounidenses, sino también una declaración de poder artístico, femenino y cultural, firmada por una artista que continúa empujando los límites de lo que significa hacer pop en el siglo XXI.

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