ANÁLISIS DEL DISCO
Motomami de Rosalía es dinamita: ¿hasta cuándo vale experimentar?
Lo siento, vas a estar viendo sin parar cosas de la catalana durante al menos dos semanas, y la seguirás escuchando como mínimo hasta verano. Es lo que se tarda en digerir un lanzamiento tan gordo y diferente.
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Viendo el arrasador paso de Rosalía por El Hormiguero, mi colega César dijo en voz alta el mejor resumen que he oído de Motomami en concreto y de la catalana en general: "Esta tía ya hace lo que le sale del higo". Su último disco es precisamente la representación musical de eso, nada sorprendente porque la sensación es que Rosalía lleva haciendo lo que le da la gana cuatro años.
Son los que han pasado desde el Malquerer, un impactante debut del que quizá no te acuerdas, pero generó un nivel de conversación, sorpresa y hasta polémica similar a lo que llevamos nosecuantos teasers reviviendo con el nuevo rollo motero.
Pero no te asustes porque incluso si estás al día del loco tiktok de Rosalía, el spoiler es mínimo. El disco tiene tantos toques de su colega Arca (una especialista en lo extravagante e inesperado) que casi se podría decir que Motomami es un disco experimental. Si lo piensas, algo así como el primero, pero todavía más arriesgado. Vamos tema a tema:
Saoko
¿Reguetón, jazz y una voz que a veces suena a autotune sin serlo? Why not? A Motomami hemos venido a jugar, y el recordatorio constante de "yo me transformo" en los versos me da a mí que no es casual. Candidata de oro a animar los menús de FIFA 23; guarda esa profecía para citarme en el futuro.
Candy
Por decirlo en pocas palabras, la base es como si Daft Punk hubiera vuelto a juntarse para hacer perreo romántico. La voz es demasiado natural para el gusto del dúo francés, pero tiene ese gustillo de canción molona para conducir o poner con las luces bajas en un momento de relax entre la guerra del resto de temas.
La fama
Casi 135 millones de visitas es sin ninguna duda el hitazo previo al disco, a lo que ha ayudado mucho la participación (muy shippeada) de The Weeknd. Me da a mí que va a utilizarse en innumerables tutoriales de bachata en los años que están por venir.
Bulerías
Resbalón en el título porque no tiene nada que hacer contra el clásico inmortal de Bisbal. Eso sí, imposible confundir ambas canciones, así como negar que lo de Rosalía viene a tope del flamenco: ruidos de tablao e interpretación saetera perfectos para una Semana Santa que está a la vuelta de la esquina.
Chicken Teriyaki
El tema por el que BTS va a querer sí o sí colaborar de una maldita vez con Rosalía. Un homenaje nada discreto a su pasión por la cultura otaku que no me quiero ni imaginar la sensación que va a acabar causando en oriente. Ah, y en TikTok lleva como challenge, tendencia y hasta meme desde el día que lanzó el single, una cosa que no consiguió ni Justin Bieber a base de talonario. Respect.
Hentai
Que sí, pesaos, que hace referencia a ese género guarrete del manga y que llama putas a sus hipotéticas rivales, pero un poco de licencia artística, en una artista que se las toma todas, tampoco es para freírla a polémicas, ¿no? Contrario a lo que sugiere el título, esta balada tira más por el lado romanticón y podría pensarse que forma parte de otro disco. Pero está aquí con pianos y baterías electrónicas para recordar que el contraste es lo que se lleva en Motomami.
Bizcochito
Me vais a disculpar la comparación (y va además como piropo), pero la canción parece producida por John Pollôn: una base que parece sacada de un programa gratuito de edición, corte al final de los versos para añadir un rollito jingle al tema y letra entre provocativa, denuncia y loca. Podría haber salido en 2007, pero entonces no tendría el descaro de Rosalía.
G3 N15
Si el nombre te suena a virus chungo no vas del todo desencaminado. La canción más personal suena a confesión en susurro, pidiendo perdón a los suyos por la dedicación, al otro lado del charco, para su disco. Una disculpa especial para su sobrino y su abuela, que incluso concluye la historia con un audio en catalán. Escúchatela con buenos altavoces y flipas con los bajos.
Motomami
Ehm, ¿y esto? ¿El título del disco es un clip que suena a pausa publicitaria y que solo dura un minuto? "Esta tía hace lo que le sale del higo", viene a mi cabeza. Pero es que además se sale, y casi seguro que yo compraría cualquier producto que llevase esa canción en su anuncio.
Diablo
Un abrazo indisimulado al reguetón puro y duro, pero exagerando tanto el autotune que no sabes si es respeto o cachondeo. Apuesto por la primera, porque la letra habla de cómo la critican por venderse: "Yo mi lealtad nunca la pierdo, ni por el dinero". Por cierto, ojo con los cameos de James Blake, que vuelve tres años después de su primera colaboración.
Delirio de grandeza
En los primeros compases casi te puedes a imaginar que baje la música en determinado momento y se ponga a cantar Antonio Machín. Pero (oh, sorpresa) es la catalana la que vuelve a despeinarte con vozarrón sensual en un tema que perfectamente podría salir en la próxima de peli de Almodóvar. Parece mentira que sea la misma artista que de Bizcochito.
CUUUUuuuuuute
Si Chicken Teriyaki es perfecta para TikTok, esta lo sería para ilustrar stories de Instagram. Por un lado el estilo relajado y por otro unos bajos extremos de los que hacen botar coches en los parkings de discotecas. ¿En qué quedamos? ¿Piano o chunda-chunda? Hentai, parte 2.
Como un G
Venga, ¿creías que no iba a haber fantasías de referencias a C Tangana? Esta es la canción perfecta para los invents -con argumentos- que piensan que eso de "no estoy a tu lado pero te deseo paz y libertad". El título, por cierto, es una adaptación del inglés "original G", como hablando de malotes... ¿Soy yo o huele a madrileño? Oye, que lo mismo sí. En lo musical, probablemente la más sencilla de todas las del disco.
Abcdefg
¿Sabes eso que hace Tarantino en sus recopilaciones musicales de meter frases de sus pelis? Pues esto es más o menos lo mismo, en lo que por la calidad de la compresión podría ser un audio de WhatsApp en un grupo que solo hubiera poetas urbanos. O fans de Rosalía.
La combi Versace
Poca gente se dará cuenta pero la base es muuuuy parecida a la rarísima banda sonora de 'Aniquilación', y la colaboración con Tokischa es un sorpresote porque -como la peli- para nada se parece a otra cosa dentro de su género. Bailable a tope.
Sakura
Última referencia otaku y despedida de Motomami en un directo trasladado al disco sin artificios ni retoques apreciables. "No pa' siempre se puede ser una estrella y brillar, voy a reírme cuando tenga 80 y mire pa' atrás", dice Rosalía refiriéndose claramente a los árboles sakura: una clase de cerezo, típico japonés, que solo florecen unas pocas semanas al año. Suficiente para convertir ese brote en un fiestón, como hace ella.
Conclusión
Por resumir: lo que decía mi colega es verdad, "esta tía hace lo que le sale del higo". Por suerte para todos, y aunque no te guste, mola mucho.
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