MOVISTAR ARENA
Perreito de autor: Marwan celebra su 20 aniversario con una fiesta llena de amigos
Marwan dio en el Movistar Arena (antiguo Wizink Center) de Madrid el concierto más importante de su carrera. Una fiesta con la que celebraba 20 años en la música rodeado de amigos como Ismael Serrano, Rozalén, Nach o Ivan Ferreiro entre otros.
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Un año después de triunfar en el Inverfest, en el Circo Price, el cantautor madrileño Marwan volvió a conquistar a su público en casa, pero esta vez en un recinto más grande.
En mi crónica anterior relataba cómo vi a Marwan por primera vez en un concierto benéfico hace 15 años, acompañado de mi mejor amigo. Ahora, cerrábamos ambos el círculo al verlo de nuevo juntos, pero esta vez en el Movistar Arena de Madrid.
El 19 de enero, el antiguo Wizink Center se llenó de magia, emoción y recuerdos para celebrar los 20 años de carrera de Marwan. El cantautor ofreció un concierto especial que se sintió más como una reunión íntima entre amigos que como un evento multitudinario. Durante más de dos horas, el público disfrutó de una velada que recorrió su trayectoria musical con 23 canciones que quedaron grabadas en el corazón de los asistentes.
El concierto comenzó con unas palabras de Nach desde detrás del escenario para presentar a Marwan, quien abrió en solitario y luego acompañado de su banda, con fuerza, con temas como El viejo boxeador, la intensa Cómo hacer que vuelvas y la festiva La reina del Jäger.
Con humor, Marwan explicaba que íbamos a disfrutar de un "perreito de autor", y no pudo estar más acertado. Fue un espectáculo lleno de amigos, poesía y canciones intensas, en el que Marwan, liberado de la guitarra, se movía como un auténtico showman por todo el escenario.
Las colaboraciones comenzaron por todo lo alto con la poderosa voz de Miguel Poveda en La ecuación. Le siguió Luis Ramiro, uno de sus mejores amigos y colaboradores, con quien interpretó Sueños sencillos. Sin duda, este fue uno de los momentos más emotivos de la noche, ya que el público ovacionó calurosamente a Ramiro, quien recientemente había revelado haber sufrido un infarto el pasado 5 de diciembre.
La noche continuó con un festival de colaboraciones. Prácticamente solo Marwan cantó sin acompañamiento en Pensábamos que el amor y Conviene saber. Destacó el detalle de dejar que Lucas Pez Mago, guitarrista de su banda, interpretara su canción Piscinas vacías como uno de los duetos de la noche.
Ismael Serrano fue su pareja de baile en La delicadeza y Muerdo se unió en Meninhos da rua, una canción social con ritmo de reggae que marcó uno de los primeros éxitos de Marwan.
Fue curioso que eligiera a un vallisoletano como Fito Robles, cantante de Siloé, para interpretar Puede ser que la conozcas, una canción dedicada a Madrid. Hubiera sido precioso ver un hermanamiento entre judío y palestino con Jorge Drexler, quien la canta en el disco recopilatorio.
La colaboración más destacada de la noche, al menos por ser la única doble, fue con Iván Ferreiro, con quien interpretó Los restos de esta historia y El equilibrio es imposible, una de las canciones más icónicas de la carrera del gallego.
La única voz femenina de la velada fue la de Rozalén, algo que el propio Marwan mencionó y que, quizás, podría haberse equilibrado mejor. Rozalén interpretó Las cosas que no supe responder, precedida por un precioso poema que Marwan le dedicó.
El vínculo con México se materializó en La vida cuesta, junto a Leonel García, quien además fue telonero, y posteriormente con Miguel Inzunza, preparando el terreno para la emotiva y poderosa parte final del concierto.
Uno de los momentos más conmovedores fue cuando su hermano y su padre subieron al escenario para darle un regalo sorpresa. Poco después, Marwan estremeció al público con su Nana urgente para Palestina, que recibió el aplauso más largo y fuerte de la noche.
Los bises, sencillos pero impactantes, incluyeron Cinco gramos de resentimiento junto a Nach y, para cerrar, Un día de estos, poniendo el broche de oro a la noche más importante de su carrera.
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