NUEVO DISCO
Zahara lanza Lento Ternura un disco lleno de fuerza en el que sigue reinventándose sin dejar de ser ella
Zahara demuestra en Lento Ternura su capacidad envidiable para hacer musicalmente lo que le da la gana y a la vez ser brutalmente ella. Hay momentos lentos y hay ternura pero no es un disco ni lento ni tierno, es una colección de canciones llenas de verdad, emoción y fuerza.
Publicidad
Zahara publicó el 21 de febrero su sexto álbum de estudio, Lento Ternura. Un título que podría sugerir calma y dulzura, pero que en realidad esconde un trabajo intenso y arriesgado. Una vez más, la artista se reafirma como una de las figuras más innovadoras e interesantes de la música en España, sin miedo a reinventarse, pero siempre fiel a su esencia.
Desde sus inicios como cantautora, Zahara ha experimentado una evolución constante. Pasó de ser la gran diva del rock indie español con Santa y Astronauta a transformarse por completo con Puta en 2021. Ahora regresa con un álbum que supone una evolución tanto musical como temática de su anterior trabajo, aunque solo puede entenderse en el contexto de toda su trayectoria.
En Lento Ternura, Zahara se aleja una vez más de las guitarras y del rock alternativo más tradicional para sumergirse en sonidos electrónicos. Las canciones transitan entre lo íntimo y lo grandioso, con una producción compleja, arriesgada y llena de matices.
Para este disco, vuelve a contar con su inseparable Martí Perarnau IV. Aunque parte del álbum nació en plena gira, Zahara decidió detenerlo todo y aislarse fuera de Madrid para darle forma en un entorno lejos del bullicio.
Su objetivo era desprenderse de los traumas y las violencias que marcaron su anterior trabajo, centrándose en el presente, la belleza, la ternura y la calma. Sin embargo, aunque el álbum tiene momentos de delicadeza, en mi opinión no puede definirse como un disco lento y tierno en su totalidad.
Se trata de un trabajo sincero, poderoso y visceral, en el que sigue abordando temas de gran peso. En la canción más electrónica del disco, Zahara canta: "Nuestro amor es la rave, es el humo, es el éxtasis puro. Es el baile, es el ámame, es el dame más duro."
En una entrevista con EFE, la artista reflexionaba sobre la industria musical a raíz de Demasiadas canciones, una de las piezas más certeras del disco: "Cuando saqué Santa, mi primer disco como artista independiente, todo era más sencillo: con una infraestructura, un presupuesto y un fandom muchísimo más pequeños, se podía llegar más lejos. Había un hueco para mí. Ahora siento que no lo habría." Una visión que transmite con una crudeza poética y acertada, lejos del tono de Novedades Viernes de Dani Martín.
Mi favorita ha sido CTRL+Z, donde Zahara sobrevuela su propia vida desde un avión. Su melodía, delicada y preciosa, recuerda a la Zahara de siempre, aunque con un sonido pop electrónico renovado. "Y pensaré en cómo deshice el tiempo como un ovillo. Me olvidé de volver a tejerlo," canta con una emotividad arrolladora.
Otro tema especial es Los Michis, una oda a la amistad dedicada a su amiga Benito. "Pregúntale a cualquier mujer qué es lo más valioso que tiene: te va a decir que sus amigas," afirmó Zahara en su conversación con EFE.
El disco cierra con sus dos canciones más introspectivas, lentas y tiernas. Primero, La Ternura, el tema que da sentido a todo el álbum:
"Qué más darán la belleza y la juventud.
Incluso el sexo, que tanto has perseguido,
que has querido conservar, que has protegido.
Qué más dará cuando lo que de verdad te ha conmovido
ha sido la ternura."
Por último, Soy de un pueblo pequeño, donde Zahara se abre completamente y se define a través de una serie de imágenes evocadoras: las coplas de su abuela, el aceite picual, las nectarinas en verano o la malafollá granadina.
Con este nuevo trabajo, Zahara vuelve a demostrar que nunca deja indiferente. Para comprenderlo en su totalidad, hay que escucharlo entero y descubrir qué rincones te atrapan, emocionan o sorprenden, qué momentos son lentos y cuáles, verdaderamente, tiernos.
Publicidad