PASTILLAS DE JABÓN, CONDONES Y UN COMPAÑERO DE CELDA
Así sería tu primer día en la cárcel
Cuando pensamos en que una persona entra en la cárcel, el imaginario colectivo nos envía a las películas de Hollywood y nada más alejado de la ficción. El sistema penitenciario español es uno de los más reputados del mundo y cada vez que alguien se convierte en recluso pasa por un protocolo que comienza así en su primer día.
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El sistema penitenciario español es uno de lo más avanzados del mundo, cada año visitan nuestro país representantes de las prisiones de todo el mundo para ver en qué consiste nuestro modelo. Cuestiones como la seguridad y la integridad de los internos han logrado que España sea un país puntero en estos temas.
Podemos imaginar perfectamente cómo es estar en prisión gracias al cine, pero ni las cárceles de verdad son así, ni estamos en Estados Unidos.
Sin embargo, entrar en prisión en España no es un buen trago. De hecho, lo primero que quieren evaluar cuando atravesamos sus puertas es si lo resistiremos.
Todos los esfuerzos de la cárcel van encaminados a darnos el apoyo psicológico posible para que no pensemos en el suicidio como una opción. Se nos asigna un compañero, es un preso que dormirá con nosotros las primeras noches y nos enseñará poco a poco como funciona la prisión.
Uno de los detalles que más llaman la atención al principio es que en la bolsa de aseo que se da a los presos hay condones. Sin ánimo de alimentar las leyendas negras de violaciones (jabón en la ducha), realmente esos preservativos se dan a los presos para cuando mantengan vis a vis con su pareja.
Hay muchos detalles que no imaginamos sobre cómo es acceder a una prisión. Muchos de ellos esperamos que jamás los descubras. Otros están en este vídeo.
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