Shyamalan presentó ‘Glass’ en Sitges
“Aunque me ofrecieran todo el dinero del mundo para una película de superhéroes, la preferiría hacer pequeña y a mi manera”
M. Night Shyamalan pasó por Sitges para presentar los primeros veinte minutos de ‘Glass’, la muy esperada secuela de ‘El protegido’ y ‘Múltiple’, dos películas que se desarrollan en un universo alternativo en el que incluso las personas más mundanas pueden desarrollar superpoderes extraordinarios. En un momento en el que el cine de superhéroes marca la agenda, el director regresa en su mayor estado de forma desde los 2000.
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‘El protegido’ seguía a David Dunn (Bruce Willis), a quien Price, un propietario de una tienda de cómics, revela que tiene habilidades sobrehumanas debido a su inmensa suerte. ‘Múltiple’, que fue estrenada en 2017, presentaba a Kevin (James McAvoy), un hombre con 23 personalidades divididas que también muestra habilidades sobrehumanas. "Siempre fue mi sueño que ambas películas colisionaran en esta tercera película" comenta Shayamalan. ‘Glass’ se centrará en el personaje de Samuel L. Jackson, el señor cristal, que plantea una trama maestra para hacer colisionar al héroe y al villano.
El hindú se muestra emocionado de poder seguir la historia que empezó hace 17 años, cuando asegura que no era tan sencillo proponer una película como ‘El Protegido’.
“En perspectiva es que lo que los estudios veían aceptable en el cine no era igual cuando tuve la primera idea a principios de los 2000, la percepción es que nadie querría ir a verla y me sentía realmente triste en esa época por no poder venderla como una película de cómic, puesto que los interesados por ese mundo era un pequeño grupo de frikis".
"Además, ‘El protegido’ era extraña y muy oscura, el tono era demasiado tenebroso, por lo que no confiaba en poder seguir desarrollando ese universo. Cuando volví a hacer pequeñas películas de terror, en los últimos años, surgió la idea de ‘Múltiple’, que llegó en un periodo en el que el mercado ya estaba listo para aceptar películas de superhéroes y también películas perturbadoras, tras Fincher y Nolan el panorama es mucho más flexible a cosas extrañas e inapropiadamente divertidas”.
En la presentación de ‘Glass’ se puede ver un tono muy alejado a lo que puedes asociar con el cine de superhéroes de los últimos años, incluso en sus ofertas más oscuras. El personaje de James McAvoy da miedo y el tono no parece que vaya a dar marcha atrás para llegar a un público más amplio.
Como en sus mejores películas, Shyamalan deja fluir el trauma, lo perverso y ciertas connotaciones psicológicas que van más allá de la acción. “Las cosas que me inquietan no tiene que ver con paredes sangrando y todo eso que funciona muy bien en la fantasía, son sucesos terroríficos que he vivido, como el asalto a mi casa cuando era niño, el miedo a que alguien esté en casa sin que lo sepas, algo que representé en la escena inicial de ‘El sexto sentido’. A veces otros temas más sobrenaturales son solo un procurador de temas espirituales, religiosos o incluso políticos”.
Aunque las cosas han cambiado, y ahora podemos ver a una estrella del universo Marvel reapareciendo en su visión del cine de superhéroes.
“Samuel L. Jackson siempre quiso hacer la secuela de ‘El protegido’. Todos estos 17 años estuvo insistiéndome en ello. Siempre que pasaba por Los Ángeles me encontraba a Sam y me lo recordaba. Era gracioso ir por la autopista y de repente ver que un coche se acercaba, y al bajar la ventanilla aparecía Samuel diciéndome ‘¿para cuándo la secuela cabronazo?’, todas y todas las veces igual".
"Por lo que un día le invité a ver ‘Múltiple’ sin decirle nada, le preparé una proyección para él solo. Cuando llegó el final se quedó alucinado y justo en ese momento le dije ‘estamos preparando la secuela, cabronazo’. Para mí siempre ha sido un icono, hace muchísimas películas y siempre te está desafiando como director y con el señor cristal se ha implicado emocionalmente como no lo hace la mayoría”.
Algo que puede notarse en el adelanto mostrado es que los dos mundos presentados en sus anteriores películas cohabitan armónicamente, sin que parezca forzado y eso es, en parte, porque hay un cuidado especial que influye hasta en la paleta de colores de cada personaje.
“En la primera era muy monocromático, con verdes para David y el morado para Price, para darle un toque de realeza. Luego llegó ‘Múltiple’ y fue codificada en ocres y anaranjados, relacionados con algo monástico, un monje religioso o un profeta. Por ello en ‘Glass’ puede verse que en cada momento uno de esos colores tendrán importancia dependiendo de qué personaje tenga más peso en pantalla”.
Otra cosa que deja ver el adelanto es que el trabajo del director ha pasado de centrarse en espacios cerrados y microcosmos opresivos a abrirse al mundo de internet y la nueva comunicación que ya se vio en ‘La visita’ y parece continuar en ‘Glass’.
“Siempre he buscado lugares contenidos pero desde señales el mundo se ha ido contagiando de las pantallas, los interfaces del Smartphone y los portátiles. En ‘Glass’ el núcleo también es contenido, en una institución mental porque me gusta establecer perímetros en mis películas. Un pintor elige su óleo para limitarse y en las películas es complicado porque incluye todas las artes, desde la pintura a la danza y los vestuarios, y tienes que elegir. A mí me gusta trabajar en pequeños espacios marcados por el propio presupuesto, es la belleza del medio, las limitaciones.”
También parece que tras algunos tropiezos en el cine para todos los públicos ha regresado, finalmente, a la senda que le dio la fama.
“Empecé siendo travieso y desafiante, con un gran apetito por lo oscuro y lo raro. Siempre tenía como referencia el dvd de ‘Terciopelo Azul’ de David Lynch y me alimentaba de esa energía inquietante y turbia. Luego tuve una etapa muy sentimental producto de mi crecimiento como padre, de vivir con tres hijas maravillosas que me hicieron mostrar un lado muy sensible y ñoño de mí mismo".
"Si hubieran quitado mi nombre de algunas películas de esa etapa habrían funcionado mejor. Pero ahora que mis hijas crecieron ya tenían edad para intentar hacer películas que las asustaran a ellas y de ahí viene ‘La visita’ y mi vuelta a temas oscuros en una progresión muy natural de joven travieso, padre blandito a hombre travieso de nuevo por eso es que aunque me ofrezcan todo el dinero del mundo prefiero hacerla como ‘Glass’ contenida y a mi manera”.
Y es que el mundo del cine Marvel ha convertido el cine de acción en algo demasiado intangible, virtual y lleno de detalles visuales que, para el autor, no cuadran con su concepción del cine.
“En ‘Glass’ no vas a ver esos constantes cambios de edición, cortes, efectos y grandilocuencia. Hemos buscado lo contenido porque el espectador percibe la acción de otra manera. Por ello hemos tratado de rodar todo cronológicamente, con las escenas de acción rodadas de principio a fin, tomando la acción desde diferentes puntos de vista si hace falta, pero en principio con la máxima continuidad posible. Lo que ves en muchas escenas es lo que pasó, es lo que es".
"Ese tipo de compromiso con la acción y lo que sucede es muy efectivo y la sensación de movimiento, aunque hagas montaje con varias tomas, se percibe como parte del mismo todo, con un mismo pulso en los movimientos, es muy distinto y hay cierta coreografía que da consistencia a lo que yo llamo ‘acción suspendida’, con la cámara penetrando en el ADN de la escena”.
Sobre su afición a los giros finales y si ‘Glass’ tendrá algo de eso, Shyamalan se mostró juguetón. “Si te digo que lo tiene o no lo tiene no deberías fiarte de mí. Soy la persona de la que menos puedes fiarte porque podría estar manipulándote. De todas formas, no me gusta llamarlos giros, son revelaciones para el personaje que el mismo descubre al mismo tiempo que nosotros, dando otra dimensión a lo que has visto, recibiendo una mayor comprensión de todo lo que está alrededor. Es una tradición que amo tras ver ‘La dimensión desconocida’, pero no me gusta llamarlos giros, son epifanías.”
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