METER LA PATA
Crearon un curso para emprendedores, revelaron la verdad sobre lo que había detrás y ahora todos los acusan de estafadores
Estos dos chicos están siendo acusadores de estafadores en redes después de contar cómo seleccionan los casos de éxito de su curso a propósito para dar una imagen distorsionada de los resultados y atraer a más clientes.
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En los últimos años son muchas las personas jóvenes que han aprovechado las posibilidades de las redes para promocionar todo tipo de cursos y formaciones que, supuestamente, ayudan a sus alumnos a alcanzar grandes objetivos en muy poco tiempo. La publicidad dentro de las redes sociales es una de las maneras más habituales en las que se promocionan este tipo de iniciativas, y muchas de ellas destacan casos espectaculares de personas que han obtenido un gran beneficio por completar dichos cursos. Ahora, los creadores de una de esas formaciones han pasado a estar en el punto de mira después de reconocer que seleccionan ciertos casos concretos para que la tasa de éxito de su curso parezca muy alta, cuando en realidad no lo es.
Aunque muchos han calificado a estos dos chicos como "estafadores", lo cierto es que lo que hacen no es, ni mucho menos, ilegal, y no se diferencia demasiado de lo que suele hacer la publicidad tradicional. Destacar los casos de éxito o las ventajas de un producto, y ocultar los fracasos y las desventajas, es algo de lo más habitual. Es probable que, en el caso de un curso como este, la situación sea algo más grave de lo normal, ya que son formaciones que animan a las personas a invertir dinero, y hay quienes pueden perder una gran parte de sus ahorros por creer que tendrán tanto éxito como esos casos que se destacan en la publicidad.
Las personas mayores y las muy jóvenes son, probablemente, las más vulnerables a las estrategias de marketing de este tipo de cursos. Es por eso que la educación digital y económica es cada vez más importante, en una era internauta en la que los hackeos, las estafas y las malas decisiones están a la orden del día. Hablar con los adolescentes y con las personas mayores de la familia sobre los riesgos de Internet y de este tipo de cursos que prometen resultados milagrosos es clave para evitar que caigan en situaciones comprometidas.
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