@NORCOREANO
Cuéntaselo a Oprah: La entrevista a Harry y Meghan
Meghan Markle cuenta su infierno en la familia real: "Había que ponerse pamela todos los días".
Publicidad
Oprah Winfrey tiene una mansión en Santa Bárbara con un salón con chimenea y un porche, en el que recibe a sus invitados según si el día acompaña. Allí vas a desahogarte y a contar cómo se te fue la mano con las drogas y ganaste 7 Tours o cómo te molesta que la gente piense que eres un pederasta por tu afición por dormir con niños en Neverland.
Los famosos se pelean por pedirle cita a través de WhatsApp: "Oprah, dame hora que tengo que contarte algo muy fuerte, tía", porque Oprah es una forma de monetizar una noticia, es Twitch antes de Twitch. Oprah te escucha desde su sillón con pose de Sigmund Freud mientras por dentro piensa "OY, OY, OY, OY, ya verás cuando se entere de esto La Mari", te hace sentir como si las cámaras no existiesen. Por eso Harry y Meghan escogieron a Oprah para contar la pesadilla que ha sido pertenecer a una familia real para Meghan, a quien esto le pillaba de nuevas.
"Tienes que llevar pamela cada vez que sales de casa", confesaba aguantándose las lágrimas, mientras Oprah se tapaba la boca, conteniendo la emoción. Era sólo el principio de una historia de terror.
La actriz contó como su cuñada, Catalina de Cambridge, quería elegir el color del vestido de las damas de honor en su boda, ¡en su propia boda! Motivo más que suficiente para renunciar a la casa de Windsor y a la generosa asignación mensual que te ingresan sólo por estar apuntado. Pero faltaba la bomba, las acusaciones de racismo a un miembro indeterminado de 'The Firm' (La Casa Real). Aquí hay que ser realistas, la monarquía es una institución arcaica y medieval que no está preparada para el hijo de una mulata y un zanahorio.
Parece que la próxima cita de Oprah va a ser Kim Kardashian, que quiere contar como Kanye West no es en realidad ese hombre sentato y cabal que parecía cuando se casó con él. Cuéntaselo a Oprah, Oprah te escucha.
Publicidad