ACTOR CONTRA PERSONAJE
El día que Jorge Cremades murió devorado por Jorge Cremades
Ser agresivo y ofender a unas cuantas minorías nunca fue un impedimento para que los cómicos prosperaran. Mientras que una youtuber norteamericana que se muestra iracunda contra sus haters consigue ser protagonista de su propia serie en Netflix (una auténtica obra maestra), Jorge Cremades en España es vapuleado por los medios y las redes en una caída vertiginosa al lado oscuro.
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Conozco personalmente a Jorge pero hoy no me atrevo a decírselo a cualquiera, te puedes llevar una sonrisa o una bofetada. Nos conocimos hace un par de años cuando Cremades estudiaba en la RESAD (la escuela pública de arte dramático). Incluso un día me pidió consejo sobre como hacer uno de sus vídeos. Jamás habría imagino que solo dos años después le conocería hasta mi tía del pueblo.
Comparado con otros alumnos de arte dramático Jorge contrastaba por dedicar sus ratos libres a grabar vídeos cortos y subirlos a Youtube. Recuerdo haber dicho varias veces ¡Eso es lo que deberían hacer todos! Jorge "jugaba" a crear su propio personaje (pícaro y tontorrón), subir vídeos y compartirlos. Y supongo que así deben de ser los actores del siglo XXI: proactivos.
Pero dos años después parece que ese personaje pícaro y tontorrón se ha convertido en un violador misógino y homófobo y, para colmo de maldades, está devorando al actor que le da vida, porque ya nadie sabe dónde empieza uno y termina otro, y según a qué estrato intelectual pertenezcas (cani o hipster) le amarás o repudiarás.
La Cremades americana
Hace poco descubrí en Netflix una serie rara y apasionante, Haters, back off, sobre Miranda Sings, una tía patética y repelente que sube vídeos a Youtube y a la que dan ganas de apedrear, porque sus vídeos son tan patéticos y repelentes como ella misma. La serie me gustó tanto que indagué un poco y descubrí que la actriz que interpreta a Miranda Sing creó este personaje en Youtube hace tiempo a, en sus ratos libres: una caricatura de un tipo de ser humano concreto al que todos conocemos, que existe. Los haters no tardaron en llegar.
La gente reprobaba la actitud de Miranda sin saber que no existía, que era un personaje. Su histrionismo generaba cierta adicción, y pronto tuvo tantos haters como admiradores mientras todos ellos no tenían muy claro dónde acababa el personaje y empezaba la actriz, o si es que eran dos personas distintas.
Miranda Sings adquirió mucha popularidad en redes, y Netflix acabó dándole una serie inspirada en el personaje que ella misma escribió, Haters back off, una auténtica joya escondida entre el catálogo de la plataforma. Tristemente, todo lo que está haciendo Cremades es lo mismo que hizo Collen, pero al revés, es lo que no hay que hacer. Y lo lamento, porque sé que al Jorge Cremades que todos toman como real y odian no existía cuando todo esto empezó: pero el personaje de ficción ha tomado el control de su identidad pública y le ha devorado.
Lejos estamos de que Netflix de una serie a Cremades, mientras crece en followers su valor se deprecia para las grandes cadenas y marcas porque son conscientes de que no pueden asociar su imagen a la de un influencer que bromea con la violencia de género, homosexualidad y violación, no así y no en España.
El error de Cremades
Odiar al Jorge Cremades "machito" es como odiar a Amanda Sings (ambos son personajes), el error de Jorge es no haber dotado a su personaje de un maquillaje que le diferencies suficientemente, Miranda se diferencia de su creadora en que lleva pintalabios rojo, con eso vale. Tal vez incluso debería haberse dado un nuevo nombre para la ficción, y dejar su nombre real para él, pero ¿qué sabía Cremades de que iba a tener tanto éxito?
Aunque, seamos sinceros, Jorge se ha hecho la zancadilla a sí mismo siempre que ha tenido ocasión, en cada entrevista, en cada intervención en televisión no ha sabido aprovechar el tirón para desmarcarse con otros intereses ideológicos, ni siquiera para brillar como showman.
O tal vez Jorge simplemente a jugado a esto de forma inocente, ha tratado de disfrutar de la libertad de creación y para cuando ha llegado el momento de tomar decisiones pragmáticas ya era demasiado tarde. Debe ser apabullante ver que tus vídeos de ficción pasan de 150 likes a 2.000.000 en un solo un día, todo lo bueno que tiene eso también lo tiene de terrible si luego no te logras posicionar fuera del personaje y los likes te devoran.
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