@BECARIA
Efectos secundarios muy chungos de tener pareja
Becaria nos cuenta todo lo negativo que implica tener pareja.
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Los efectos secundarios de tener una relación de pareja pueden ser leves, tales como dolores de estómago, mareos o arcadas y se van después de dejarlo. Una ruptura cuando se dan los primeros síntomas adversos es una cura de salud a tiempo. Otros efectos pueden ser más graves, y algunos con difícil arreglo o sin solución si no has estado con el ojo abierto y todos los sentidos despiertos.
El amor, por sano que sea, no es inocuo. Puedes ir muy convencido a la causa y la relación resolverse de repente en terminal.
Efectos secundarios alucinógenos
Una respuesta cerebral muy habitual en algunas personas es sufrir alucinaciones. Inicias una relación creyendo que tu pareja es de tu propiedad o que ella crea que tú eres de la suya, y a las dos semanas empiezan los primeros síntomas de estar poseída por la bacteria intestinal de los celos: "¿Con quién hablas?", ¿por qué has llegado tarde?", ¿quién es ella y por qué te escribe tanto?", "¿no sabe esa zorra que estás conmigo?", "¿por qué tu ex te llama si ya no estáis juntos?", "como vuelva a escribirte ese cretino le voy a partir las piernas". Alto riesgo de intoxicación. Solución: hablarlo no más de un par de veces y huir si la situación empeora o no hay remedio.
Cuernos, el sarpullido del "amor"
Es un efecto secundario muy frecuente, te enteres o no. Algunos cuernos no presentan síntomas, pero de otros algo acabas notando con una leve presión en la cabeza, haya amor o sea ciencia ficción. La naturaleza de los cuernos es muy variopinta y variada, y existen tantos como personas dispuestas a ponerlos. No hay solución, los cuernos una vez que te salen, ahí quedas como una cornúpeta para toda la vida. Lo mejor es darte con abundante crema hidratante y marchar.
Felicidad fake en redes sociales
Hacer el ridículo en redes sociales dentro de un cuadro de neurosis inconsciente se convierte en vuestra rutina. Especialmente tú, que haces vida normal, pero estás bajo unos efectos de fliparlo de cara a la galería. Requieres ayuda profesional y no te das cuenta de que la gente se ríe de ti porque se nota que eres infeliz y que habéis discutido por echar media hora para haceros una foto de postureo con un cóctel de colores y una mascarilla de trapo a juego. Está feo reírse de la infelicidad ajena, pero ten dignidad y no la decores con purpurina.
El daño irreversible de la maternidad/paternidad
Uno de los peores efectos secundarios, por encima de comprar a medias un piso, una guitarra, un garaje, un tostador o la famosa batidora que cuesta mil quinientos euros, es tener descendencia y que luego surjan los problemas de pareja. No lo digo yo, sino que lo reconocen muchos padres y madres conscientes del bochorno de condicionar la vida teniendo hijos por no haberlo pensado bien antes. Y porque cuando las cosas están mal y rompen, las propiedades se reparten o se renegocian, pero al hijo o a la hija hay que seguir atendiéndolo y no es fácil tener que continuar relacionándote por obligación durante años con quien fue tu pareja y acabasteis mal, pero unidos por una razón biológica a la que no preguntasteis si deseaba estar.
Urticaria familiar sin solución
Las autoridades sanitarias desaconsejan la relación estrecha con los familiares directos de la pareja, especialmente con la madre, padre y hermanos, que luego vienen los dramas y se saturan las consultas psicológicas. Hay que estar alerta cuando los suegros empiezan a gobernar en vuestro salón. Entras a formar parte de un grupo familiar que resulta ser un bochorno absoluto y puede condicionar el resto de tus días sin comerlo ni beberlo, y tu pareja, que está entre la espada y la pared, te acaba provocando urticaria. No es un efecto adverso provocado directamente por tu pareja, pero lo que está claro es que solo puede desaparecer dejando la relación aunque te duela. Muerto el perro, se acabó la rabia. No está bien prejuzgar por las fotos, pero ese árbol genealógico era una cosa intermedia entre la familia Adams y los de Puerto Hurraco. Haber tomado distancia a tiempo.
Y el efecto secundario más habitual es que al final la relación no funcione y acabéis rompiendo. Una ruptura a tiempo es una victoria, no digáis que no iba bien marcado en el prospecto.
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