Entrevistamos a dos jóvenes de 23 años
En un casting, solo a las actrices les preguntan por sus medidas
Entrevistamos a dos jóvenes de 23 años, plena generación Z, que se han formado y trabajan como actrices en Madrid. ¿El sexismo sigue afectando a su generación? Puede que existan más personajes interesantes para actrices de los que hubo anteriormente pero, según ellas: tener un cuerpo de modelo y una cara bonita sigue siendo la mejor baza para que una mujer prospere en esta profesión, a diferencia de los hombres.
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Cuando una chica de 18 años deja su provincia natal para probar suerte como actriz en Madrid significa que estudiará, irá a castings, sobrevivirá, interpretará y obtendrá más de un comentario sobre su físico.
Probablemente, la misma historia, sobre un chico (un aspirante a actor), no tendría ningún comentario sobre si está muy delgado, gordo, o si resulta muy atractivo o poco. Porque al tratarse de actores, hombres, siempre será necesario un tipo con aspecto desaliñado, tal vez gordo, o con facciones desagradables.
Y pese a que cada vez hay más papeles interesantes para mujeres, las actrices siguen encontrándose con que lo primordial para ser convocada al casting es tener unas medidas de cuerpo muy concretas de pecho y cintura, y no ser más alta que los chicos.
Entrevistamos a Amaia Sagasti e Itxaso Larrinaga, dos jóvenes de 23 años que decidieron que la interpretación sería su vida y pusieron tierra y esfuerzo de por medio. Nos explican que el lugar de la mujer sigue siendo difícil, que el físico lo es todo, y que los personajes interesantes siguen brillando por su ausencia.
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