El feminismo como arte: Yolanda Domínguez revoluciona las redes sociales con sus polémicas performances

En su página web se presenta así: “No necesitamos más objetos, necesitamos experiencias que conecten a las personas. Yo quiero generar sinergias y campos de acción: no para que soñemos, sino para despertarnos del sueño”.

Estas pocas palabras sintetizan de una forma muy certera la esencia de su obra. Un obra siempre en contacto con el público, y no me refiero a gente deambulando por los pasillos de un museo contemplando cuadros. Su público está en la calle, de hecho, su público es a su vez parte de la obra, y cualquiera de nosotros podemos ser público y parte de la obra de Yolanda Domínguez.

Por eso, sus propuestas están vinculadas al arte de acción y a la interrelación entre el artista y el espectador en el momento de la creación. De hecho, puede que incluso sin saberlo te hayas topado con alguna de sus creaciones.

Por ejemplo, en 2008, puede que vieras uno de los 100 flyers naranjas que Yolanda pegó estratégicamente en paredes, farolas, marquesinas, etc, del centro de Madrid.

En ellos podía leerse: “Chica joven y con buena presencia se ofrece para realizar las tareas del hogar, cuidar de los niños, mantenerse guapa y delgada a base de dietas y gimnasio, hacer la vista gorda ante las humillaciones”, y un sinfín de barbaridades más a cambio de: “1 vestido de Chanel, 1 anillo de Cartier, 1 casa en el barrio de Salamanca o un Mercedes SLK o similar”, por citar sólo algunos de los bienes requeridos por la anunciante.

Esta mezcla perfecta de humor, provocación y crítica son algunas de las señas de identidad de esta artista visual, fotógrafa y activista. Yolanda Domínguez es sin duda una de las creadoras más interesantes y estimulantes del panorama español actual.

Su obra se centra sobre todo en temas de conciencia social relacionados con la mujer y con su situación dentro de la sociedad de consumo. De hecho, el mundo de la moda y su amplio catálogo de estereotipos y humillaciones es uno de los objetivos contra los que suele disparar esta francotiradora.

Y si antes hablábamos de Chanel, un ejemplo de todo esto es ‘Pido para un Chanel’. Una acción urbana de 2010 en el que una mujer, a juzgar por su outfit, de clase alta, camina desesperada cual homeless frente a una tienda de Chanel asaltando a cuantos se cruzan en su camino mientras sostiene un cartón en el que pude leerse: “Pido para un Chanel”.

La intención aquí es mostrar la adicción enfermiza al shopping de muchas mujeres instigadas por una sociedad de consumo implacable y cruel.

Un año después, Domínguez puso en pie otra de sus mejores performances, ‘Poses’. Según ella: “una crítica a lo absurdo y artificial del mundo del glamour y de la moda que nos venden las revistas”.

Una vez más, en pleno centro de Madrid, un grupo de actrices posan inmóviles como estatuas en posturas imposibles que emulan esas poses a las que las modelos de las revistas nos tienen acostumbrados. Los transeúntes, como suele ser habitual en los living de la artista, observan a las chicas absolutamente confusos, perplejos, estupefactos y todos los adjetivos sinónimos que a uno se le puedan ocurrir.

Es muy complicado sintetizar el trabajo y el impacto de la obra de Yolanda Domínguez en unas pocas líneas. Esto no es sino un epítome. Afortunadamente todos estos vídeos pueden verse en su web y en su canal de Youtube.

Y no puedo terminar sin mencionar su última acción, materializada a través de un vídeo de sensibilización que el Gobierno de Cantabria lanzó con motivo del Día contra la Violencia de Género.

En este somos testigos de situaciones reales de hombres grabados con cámara oculta que reaccionan ante un chico de aspecto aparentemente normal que se les acerca y se presenta con la frase: “Hola, soy tu machismo”. Quien quiera ver las reacciones le recomiendo ver el vídeo.

Los haters de Forocohes, cómo no, intentaron trolear este vídeo y profirieron todo tipo de insultos, os podéis imaginar, contra la artista y su obra. Con ello, dejaron claro cuál es la opinión de todos estos hombres que a su vez representan a todos esos hombres que no permiten que se visibilice y denuncie uno de los tumores más peligrosos de la sociedad: el machismo.

Para ser espectador del Universo de Yolanda Domínguez es necesario tener sentido del humor, algo que el Universo Machista brilla por su ausencia. Y como siempre dice una amiga mía: “la sociedad se divide entre los que tenemos sentido del humor y los que no”.