El último bombazo literario de la temporada
Helter Skelter: La verdadera historia de los crímenes de la familia Manson
El True Crime está de moda: películas, series, documentales, libros, podcast. Ha pasado de ser un subgénero a un género en toda regla. Nos encanta el crimen, y más cuando leemos eso de ‘basado en hechos reales’. Lo último, el libro que narra los tristes y siniestros sucesos que rodearon al famoso asesinato de Sharon Tate.
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Sucedieron demasiadas cosas aquella fatídica noche del 9 de Agosto de 1969. No se trata sólo de un salvaje y sangriento asesinato múltiple. Para ello hay que escudriñar en la vida de quien fue el motor de este desgraciado y horrible suceso: Charles Manson. Hijo de una madre prostituta, alcohólica y adolescente y de un padre que los abandonó, y cuya vida fue un entrar y salir de prisión: “Soy un niño de la calle, el hijo de una niña perdida que salió de Kentucky abandonada por su marido”.
Pero la cantidad de material que hay al respecto es tan abrumadora que no seré yo quien contribuya a este empacho de información, y más sabiendo que este año se cumple el 50 Aniversario de la muerte de Sharon Tate, y más sabiendo que para colmo, Tarantino estrena en verano 'Érase una vez en Hollywood'. Tanto la película como el libro transitan por algunos de los lugares comunes que unen a Manson con Polanski, con su mujer, con el Diablo y con una década, los sesenta, enfebrecida por la psicodelia, el LSD y el movimiento Hippie.
Estamos hablando de un libro escrito por el fiscal Vincent Bugliosi en el 74 y que hace unas semanas re-editó la editorial Contra. Un libro que en su momento vendió más de 7 millones de ejemplares, de hecho, es la obra literaria de True Crime más vendida de todos los tiempos. Un libro inmenso, prolijo y riguroso de 800 páginas que, vuelvo a usar el verbo, escudriña en todos y cada uno de los detalles que hicieron posible que Manson pasara a la historia.
Las dos primeras palabras del título del libro, 'Helter Skelter', para quien no lo sepa, es el título de una canción de los Beatles. Esta canción fue una influencia manifiesta de Manson a la hora de acometer el asesinato de Sharon Tate. Una canción que, según los expertos, influyó en el futuro sonido Heavy Metal y que podría traducirse como 'descontrol' o algo por el estilo. Pero que en realidad está hablando de los toboganes en forma de espiral típicos de los parques británicos de la época.
Es decir, que lo que la canción pretende decirnos es que de vez en cuando hay que dejarse llevar y perder un poco el control. En la mente diabólica y perturbada de Manson este mensaje no se tradujo como se tradujo en el 99% de la población. Su idea de descontrol distaba mucho del sexo, drogas y rock n' roll que todos conocemos. Manson prefería captar a jóvenes susceptibles de convertirse en sus fieles. Jóvenes vapuleados por la vida o simplemente perdidos en una época extraña y confusa y que necesitaban a alguien que les indicase el camino. Un padre con quien formar una nueva familia: La Familia Manson.
Llegó a anunciar el Apocalipsis y a prometerle a La Familia un refugio en un mundo subterráneo llamado Agartha. Tras el Apocalipsis, La Familia volvería a la superficie para conquistar la Tierra. Lo peor de todo es que fueron muchos y muchas quienes llegaron a creerse cada uno de sus delirios y a seguirlo como si fuera un Mesías. De hecho, Manson se veía a sí mismo como la reencarnación de Jesucristo.
En realidad, tanto su look como su actitud estaban en perfecta sintonía con la de sus coetáneos. Era un hijo de su tiempo. Llevaba el pelo largo, tocaba la guitarra, era un marginado, consumía drogas, practicaba el sexo libre e iba de místico por la vida. Si a esto le sumamos su magnética personalidad y sus dotes para el mal, no estamos muy lejos de una rockstar, en este caso, de una rockstar del mal.
Y como toda rockstar, Manson también tuvo sus groupies. Destaco a 2 por méritos propios, al ex-deportista y estudiante Cum laude Tex Watson, quien, al entrar en la mansión del matrimonio Tate-Polanski gritó: "Soy el demonio y estoy aquí para hacer asuntos del demonio", y a una de las amantes de Manson, Susan Atkins, quien le asestó a Sharon Tate, embarazada de 8 meses, 16 puñaladas. La mujer de Polanski le suplicó una y otra vez: “Por favor, no me mates, sólo quiero tener a mi bebé", mientras Atkins le decía una y otra vez: “Mujer, no tengo piedad para ti”.
En las paredes de la mansión La Familia escribió, entre otras cosas, “Helther Skelther”, algo que imagino no le hizo demasiada gracia a Los Beatles. En el libro 'Moteros tranquilos, toros salvajes' de Peter Biskin, leemos: "Una omnipresente sensación de terror y paranoia se instaló sobre la ciudad”. Con esta matanza Charles Manson no aniquiló sólo a Sharon y los suyos sino también una era, con esta matanza Manson aniquiló el sueño Hippie.
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