LA PELÍCULA VERSIONA AL MANGA HOMÓNIMO
‘I am a hero’, la peli de zombies japonesa que hará que The Walking Dead te parezca un culebrón
Se estrena, como un evento único del fin de semana la última bomba del subgénero zombie, presentada en el Festival de Sitges 2015, donde ganó los premios a los mejores efectos especiales y el Gran Premio del Público. Una locura postapocalíptica basada en el manga del mismo nombre, que combina lo más salvaje del género con una escala de gran superproducción. Os contamos por qué supone un soplo de aire fresco dentro del sobado subgénero.
Publicidad
La resurrección del género zombie, nacida de una gran revolución de la década pasada, con remakes y películas del padre de todo esto, George A. Romero, parece que aún no ha acabado. Después de agotar la pantalla grande con taquillazos como 'Zombieland' o 'World War Z', el éxito se trasladó a la televisión.
The Walking Dead, la adaptación del cómic de Robert Kirkman, es un drama de terror construido sobre la saga de películas del autor de ‘La noche de los muertos vivientes’, con sus mismas reglas y puntos de partida.
Y hasta ahora, lleva siete temporadas y se ha convertido en uno de esos fenómenos de vender tazas en El Corte Inglés, que logran llenar la Gran Vía de fans (zombies vivientes) hambrientos de ver a sus estrellas en carne y hueso. Sin embargo, al mismo tiempo, muchos aficionados al género están algo cansados de su serie favorita. Se echa en falta algo.
Y es que el cine de zombies no es solo caras largas, personajes con un gran cabreo interno, y gente torturada por hombres más malos que los muertos vivientes. Está bien en su propio universo, pero el fan zombie no vive solo de preguntarse a qué protagonista matarán, esta vez, al final de temporada.
Por ello, aunque se la compare a la alta con el resto de producciones, debido a ese toque de calidad, gracias a la tremenda aportación de presupuesto de AMC, con el que todas las pequeñas películas independientes de zombies no pueden competir, 'The Walking Dead' no es la mejor ficción zombie actual. Y las mejores alternativas vienen de oriente.
Zombies desde Corea
La primera opción fue la coreana 'Train to Busan'. Una espectacular superproducción de acción en el que no hay un momento de respiro. Se le acusó de tener una sobredosis de sentimentalismo, que no es tal, sino el resultado de mostrar un conflicto con la sensibilidad propia del país del que procede la película, muy común en otras prestigiosas muestras de fantástico de Corea como, por ejemplo, 'The Host'.
Curioso que se le acuse a una película que apenas deja espacio en su carrera contrarreloj para esos detalles. Especialmente, cuando, sin ir más lejos, hablando de sentimentalismo barato, 'The Walking Dead' rellena y expone romances de culebrón y nos cuela esos vergonzosos 'flashbacks' y escenas idílicas de picnic cada vez que muere un personaje.
El fin del mundo en Japón
Pero Corea no es la única. Y en Japón, el fenómeno 'Walking Dead' se ha trasladado del cómic al manga. Si el país nipón redescubrió a Romero en los videojuegos, destapando todo un regreso del género, ahora, con 'I am a Hero', ha logrado conseguir mezclar el lado dramático de su escala apocalíptica con el lado festivo inherente al cine de zombies tradicional. La adaptación al fotograma de sus páginas y tinta no podía ser más espectacular, salvaje y gore.
Y es que ver una película de zombies en la que se ha cuidado de esta forma, con presupuesto, su escala y diseño de producción al detalle, era impensable hace quince años. Su primera media hora es una secuencia de acción como no se recordaba desde el inicio de 'Amanecer de los muertos' y su tercer acto es un baño de sangre tan brutal como el del clímax de 'Braindead' ('Tu madre se ha comido a mi perro'), la película de culto del Peter Jackson pre-Tolkien.
Su desarrollo es el típico de un apocalipsis zombie pero lo que la diferencia es su protagonista. Un geek sin redención, torpe y cobardica, un dibujante de manga frustrado. La antítesis de Rick, Daryl o Michonne. Un patoso sin valor que apenas sabe disparar. Por si fuera poco, los zombies presentados no son los clásicos muertos vivientes caníbales sin más.
Estos bichos dan miedo. Uno de los golpes maestros de la traslación del manga son las influencias de 'body horror' del cómic de terror japonés reciente como Junji Ito y Shintaro Kago. Así, en el universo 'I am Hero', cuando la persona es infectada, la cara y el cuerpo se distorsionan, se hinchan, y los miembros pueden girar en ángulos inusuales. Los límites de la anatomía se vuelven extraños y gomosos.
'I am a Hero' es una muestra de cómo, dentro de un páramo sobresaturado, se puede afrontar un mismo material de maneras muy diferentes. Una alternativa grotesca, dinámica y bien realizada, que, si bien no es capaz de capturar la grandeza de su imprescindible precedente en manga, es una de las mejores adaptaciones del medio hechas en Japón, logrando que, después de decenas de producciones zombies durante los últimos años, aún haya cierta esperanza para que los podridos, caminantes e infectados tengan visiones alternativas, y de vez en cuando, como es el caso, nos den una futura obra de culto del género.
Publicidad