La historia secreta del Monopoly: se creó para terminar con el capitalismo

Seguro que muchos de vosotros habéis estado manejando billetes y comprando propiedades a destajo en el Monopoly. Este juego, también conocido como "El juego del propietario", fue fruto del ingenio de Elizabeth Magie para denunciar las diferencias sociales de su tiempo, mostrar realmente cómo funcionaba la economía y criticar el escaso papel que tenía la mujer entonces. Era una forma ingeniosa y entretenida criticar el funcionamiento de la sociedad.

Tal y como revela la periodista Kate Raworth, la creadora se inspiró en un libro de su padre, James Magie, político antimonopolista que también dejó clara su posición respecto a las injusticias sociales. Gracias a este libro Elizabeth llegó a la conclusión de que la posesión de las tierras tenía que ser más equitativa y no estar solamente en manos de algunos terratenientes.

Naturalmente el Monopoly que disfrutamos hoy no es el mismo al de hace unos años, ha ido evolucionando poco a poco. Por ejemplo, en el año 1904 se jugaba de dos maneras diferentes: en la primera el truco estaba en derrotar al adversario mediante la creación de monopolios y en la segunda no estaban permitidos. Hasta ese momento estaba cumpliendo los propósitos de su creadora al criticar el modelo de vida que se llevaba entonces.

Sin embargo, el juego ha cambiado mucho y en la actualidad defiende los valores capitalistas de los que la inventora quería escapar. En el año 1935 fue patentado por Charles Darrow y cambió su nombre al actual “Monopoly”, consiguiendo que Parker Brothers se interesara por este pasatiempo y dejara de pensar que era demasiado complejo.

Desde aquel momento el juego fue cambiando totalmente, eso sí, consiguió que muchas más personas se interesaran en él. Su imagen se ha lavado, se han ido creando distintas adaptaciones y se ha convertido en un juego que nada tiene que ver con el inicial. Actualmente el ganador del Monopoly es la persona que más posesiones tiene. Paradójico, ¿no?