REABRE EL DEBATE DE SI LA OBRA DE UN ARTISTA DEBE SUFRIR LOS DELITOS DE SU AUTOR
Louis C. K., acusado de abusos sexuales, también creó la serie femenina más maravillosa de la historia
Si hace una semana ponías como ejemplo a Louis C. K. era sólo para hablar sobre su excelencia. El tipo de historias que él ha contado en televisión están en lo más alto del listón, donde él las ha puesto. Sin embargo, su nombre no le sonaba a cualquiera, incluso hablando con seriéfilos de gala, a veces había que explicar quién era y por qué merecía un lugar bien alto en la historia de la tele.
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Todo eso ha cambiado radicalmente. Ahora no hace falta explicar de quién hablamos. Louis ha pasado de ser el autor “delicatesen” con el que etiquetábamos “lo más”, a simplemente ser un pajero depravado y abusador que jamás volverá a trabajar y del que se va a eliminar su obra al puro estilo Fahrenheit 451.
He leído mucho sobre Louis C. K. estos días. Pero la idea parece estar clara, si hay que hacer una limpieza general para que Hollywood se libere de los abusos sexuales: ¡a por ellos y a por todos! Da igual el matiz del delito, la reincidencia o la posición. La consigna es cortar con cualquiera que haya traspasado esa línea.
No hay juicio penal. El juzgado son las audiencias. Las cadenas no hacen justicia, sino que ponen en práctica un cortafuegos: para que los escándalos no les rocen, la solución es deshacerse del cáncer, amputar cualquier relación con estos tipos y salvar su imagen a toda costa.
A Kevin Spacey, Harvey Weinstein y C.K. les dan la lección de su vida abrasándoles el ego y llevándolos a la bancarrota. Yo sigo pensando que en Occidente nos deberíamos regir por los tribunales “a la antigua”, pero si todo esto sirve para que jamás ningún hombre vuelva a pensar que puede exigir a una mujer una favor sexual, sólo porque ella está abajo y él arriba: PERFECTO.
El juicio a Louie en redes y prensa especializada nos ha entretenido durante el fin de semana. Hasta mi abuela sabe ahora quién es Louis C.K. Y, a mí, me cuesta dejar de pronunciar: “quiero ser Louie”, porque durante más de un lustro ese ha sido el mantra para muchos de nosotros (guionistas, hablo de la profesión, de su genialidad, no de la actitud ni de la persona).
Sin ir más lejos, 'El fin de la comedia', de Ignatius Farray, (Miguel Esteban y Raúl Navarro) ha reconocido sin necesidad de pudor que el estilo de su serie bebe y reza a Louie.
Paradójicamente, Louis C. K. ha sido el creador y productor de una de las series femeninas más maravillosas de la historia de la televisión. Me atrevería a decir, de la historia de la ficción. Ahora en emisión de su segunda temporada.
'Better Things' cuenta la vida de Sam, una madre con un par de ovarios que cría sola a tres hijas desbocadas, y que tiene por vecina a su progenitora, que no ejerce como abuela, sino más bien como saboteadora. Esos son los personajes principales: cinco mujeres maravillosas, poliédricas, profundas y corrosivas como un chorro de lejía en un ojo.
Nada en 'Better Things' es como lo ha dibujado hasta ahora la tele en cuanto al papel y la personalidad de la mujer. Louis C. K. no sólo ha destrozado el test de Bechtel por incluir nada menos a un 90% de personajes femeninos, sino que los conflictos y el karma de estos traspasa la pantalla y les lleva a otro estado: realista, ácido, sensible y demoledor.
Hace quince días, Pamela Adlon, la cocreadora y protagonista de la serie, hizo público en su cuenta de Twitter que FX renovó la serie por una temporada más. 'Better Things' tendría tercera entrega. Lo cual es una noticia fabulosa para todo aquel que crea (yo mismo) que esta serie hace historia, que es necesaria, y que es una rareza absoluta a favor de los roles femeninos en televisión.
Ahora, tras el reconocimiento de Louis C. K. de haberse masturbado delante de cinco mujeres y de haberlo hecho utilizando su posición de poder, la cadena FX hace pública otra nota:
“FX da por finalizada su relación con Louis C. K. Hemos cancelado cualquier acuerdo entre la cadena y su productora. No volveremos a contar con él como productor ni recibirá ninguna compensación en lo sucesivo por ninguna de las cuatro series que produce actualmente para la cadena: 'Better Things', 'Baskets', 'One Mississippi' y 'The Cops'.”
Pamela Adlon no sólo es la cocreadora de 'Better Things', ha sido la compañera creativa de Louis C. K. durante 20 años. Todo lo que han hecho hasta ahora, lo han hecho juntos. Después del escándalo, la confesión de C.K. y la nota de FX, todos esperaban la reacción de Adlon, que no se hizo esperar:
“Hola. Estoy aquí. Tengo que decir algo. Mi familia y yo estamos destrozados y en shock después de que mi amigo y socio, Louis C. K. admitiera haber mantenido un comportamiento tan terrible. Lamento y empatizo en lo más profundo con las mujeres que lo han denunciado. Pero necesito digerir y entender todo esto. Espero poder decir más en cuanto sea posible”.
Nadie sabe el destino que sufrirán estas series, en especial 'Better Things'. Por ahora, la cadena solo asegura romper su relación con la empresa productora y con Louis C.K. (quien ha co-escrito, además, todos los capítulos de la serie). Twitter y los medios especializados en EE UU especulan, pero nadie sabe nada.
Esto nos lleva a otro debate. ¿Tiene sentido que la obra de un depravado desaparezca cuando precisamente ha sido de una calidad incontestable y ha hecho más a favor de la visibilidad de la mujer en televisión que toda la parrilla de la FX junta? ¿Tiene sentido que 'Better Things' acabe sepultada en el olvido como si fuera el 'Mein Kampf' de Hitler?
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