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RETRATA A UN HÉROE MODERNO, COTIDIANO Y CERCANO

Master of None o cómo los hombres se vuelven sensibles en tiempos de actitudes machistas

Aziz Ansari se ha convertido en uno de los grandes hombres de la comedia norteamericana, y 'Master of None' en una de las series imprescindibles de 2017. La segunda entrega de la ficción sigue apostando por el romance y por el retrato de un héroe moderno, cotidiano y cercano.

-'Master of None'

'Master of None' Netflix

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"Allora", Módena y el neorrealismo. La segunda temporada de 'Master of None', la serie del cómico Aziz Ansari, que en 2015 recibió muy buenas críticas, está innegablemente unida a la cultura italiana, ya que Dev, su protagonista, se traslada a Italia para cumplir uno de sus sueños: aprender a hacer pasta.

El noveno episodio, además, está plagado de referencias al cine de Michelangelo Antonioni, un guionista y director de los años 60 y 70 conocido como un gran retratista del amor y el matrimonio modernos. El creador no ha tenido miedo a la hora de bajarse del pedestal cómico y ponerse tremendamente romántico; en el fondo, la ficción siempre lo ha sido, pero ahora lo ha abrazado como pocos productores televisivos actuales.

Lo de Aziz Ansari y 'Master of None' no es que sea una bonita rareza, es que es casi un acto de reivindicación. En una televisión donde los personajes masculinos aún están influenciados por la idea del antihéroe, en ficciones como 'Fargo', 'Better Call Saul' o 'Taboo', que un hombre se enfrente a sus inquietudes generacionales e incluso emocionales es todo un logro.

Ansari no es, por suerte, el único guionista que intenta representar nuevos referentes de masculinidad, sobre todo en un momento en que la cultura se haya en una necesaria revisión de toxicidades machistas. Propuestas como la pionera 'Louie', 'Silicon Valley', 'Transparent' o 'Please Like Me' y 'Togethernes', ya terminadas, han aportado pinceladas en el retrato del hombre moderno.

Dev es un héroe diferente

Cuando 'Master of None' aterrizó en Netflix en 2015, el formato de la 'sitcom millennial' (así es como en Estados Unidos se refieren a las series de relatos generacionales y apariencia 'indie') estaba bien cubierto, y liderado por las icónicas 'Louie' y 'Girls'.

La serie destacó por el genio a la hora de escribir y dirigir de su creador y estrella, Aziz Ansari, conocido por la ficción 'Parks and Recreation', pero también por su politización sin remedio, durante estas dos temporadas. Por la representación de jóvenes de raíces asiáticas y negras, sí, y además la de una juventud que se preocupa por su familia; la relación de Dev y de su amigo Brian con sus padres es de lo mejor de la serie, y el capítulo de su amiga lesbiana Denise destaca en la segunda entrega.

La temporada estrenada hace un par de semanas, en un momento político difícil en Estados Unidos y en el que todo se relaciona con Donald Trump, por suerte ha encontrado una causa más allá de lo racial: el retrato de un hombre romántico y enamorado, también sensible, racional y para el que intentar hacerlo bien es lo más importante.

'Master of None' sigue haciéndose eco de las inquietudes paterno-filiales y vocacionales de Dev y amigos entre bonitos guiños a Vittorio de Sica y a Antonioni, pero sus diez últimos capítulos los dedica casi en exclusiva al romance. Si la primera entrega dio episodios preciosos como el recordado 'Nashville', aquí dobla la apuesta (tranquilos, no diremos quién es la implicada) en 'First Date', 'Amarsi un Po' y 'Buona Notte'.

Master of None
Master of None | Netflix

Un imaginario de personajes inspiradores

'Master of None' es, por estos apuntes, una de las ficciones más aclamadas en un panorama catódico en el que se aplauden los nuevos personajes y referentes inspiradores. La televisión del antihéroe masculino, de 'Los Soprano' a 'Breaking Bad', va pasando a mejor vida y da lugar a figuras femeninas complejas y humanas, y a minorías étnicas y sociales que antes no se veían representadas, como los protagonistas negros, asiáticos o LGTB.

En un momento más diverso, 'Master of None' revisa ideas preconcebidas sobre la masculinidad tóxica: se desmitifican conceptos como la virilidad, la valentía o la autoridad, se premia la negociación de prejuicios y de comportamientos malsanos y se proponen relaciones más igualitarias entre los personajes.

Por suerte, la serie de Netflix no es la única, y podemos hablar de otros creadores y propuestas que están refrescando ese imaginario de los personajes masculinos: 'Silicon Valley' plantea una imagen más sensible del liderazgo y del éxito profesional; 'Please Like Me', sobre un joven gay y su grupo de amigos, visibiliza otros modelos de pareja; 'Louie' ha mostrado con (sur)realismo las relaciones de un cómico cuarentón, padre y divorciado; algo similar narra 'Togetherness', sobre la crisis de un matrimonio de mediana edad, en clave más agridulce; 'Transparent' enfrenta a su transfobia a su protagonista, el hijo de una mujer transexual...

Todas plantean algo importante: la diversidad también es cosa de las figuras más representadas, los hombres.

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