@BECARIA_
Los mejores motivos para masturbarse
Becaria nos cuenta los motivos por los que es bueno masturbarse.
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Mayo es el mes de la masturbación, sin entender muy bien que sea un mes y no un día, o mejor dicho, todo el año. El placer siempre ha estado demonizado a lo largo de la historia, tanto para el hombre como para la mujer. Pero si hasta no hace menos de 40 años era pecado y podías sufrir muchas enfermedades inventadas siendo hombre, siendo mujer era mucho peor. Y aún hay esferas que siguen viendo anormal que la mujer disfrute sola: ella, su mano, su vibrador y sus circunstancias.
En el colegio no nos han enseñado a "masturbarnos", hemos crecido con una educación sexual pobre y centrada en qué consiste la fecundación, qué es un preservativo y cómo prevenir enfermedades de transmisión sexual. Cuestiones fundamentales, pero de placer, cero patatero. Y así nos va. Pero masturbarse es una de las mejores cosas que nos ofrece la vida. No necesitamos más que a nosotros mismos, un rato de tranquilidad y dejarnos llevar. ¿Por qué masturbarte es un arte solitario casi sin competencia?
Porque te apetece. El primer motivo para tocarse es, sin duda, porque te da la gana, porque básicamente te sale de la almendra, sin condicionamientos ni impedimentos, mientras la paja quede entre tus piernas y el consentimiento de tus entregadas manos y lo que tengas a bien por utilizar: dildo, vagina en lata, una llave inglesa, un puño de fisting de latex o lo que te apetezca.
Masturbarse es salud. En la Edad Media proliferaron los textos religiosos y pseudomédicos que hablaban de lo malo que era masturbarse, de todas las enfermedades que podías sufrir afligiéndote placer con la mano: perder la vitalidad, quedarte ciego, estéril, salirte granos y, como última parada, acabar en el infierno.
Actualmente tenemos claro que manipularte en tu soledad con fines placenterosno causa ceguera ni te van a crecer pelos en las manos. Sin entrar en procesos hormonales, cerebrales ni flujos sanguíneos, tocarse y llegar al orgasmo sin condicionamientos mentales de índole moral o religiosa, provoca espasmos de felicidad y satisfacción que desembocan en relax, paz mental y hasta te puede ayudar a rebajar el dolor de cabeza y dormir mejor. Los espasmos del placer orgásmico liberan estrés. No te resuelve los problemas de la oficina, pero te sientes mejor y puedes afrontarlos con otra actitud. Además, usar la imaginación es la única vía posible para sumergirte en cualquier fantasía y con quien quieras.
Para follar bien, hay que tocarse. La masturbación forma parte del tratamiento para los hombres que sufren disfunciones sexuales como la eyaculación precoz y para mujeres con anorgasmia transitoria, pero también es la noción básica para cualquier relación sexual sana y satisfactoria. Porque si no te conoces, ¿para qué quieres eso que tienes ahí en medio y los brazos tan largos para llegar a ello?
El autoconocimiento como primer mandamiento. Si no sabes tocarte a ti mismo, a ti misma, va a ser complicado enseñar a otra persona a que te toque bien y correrte. Antes de ir corriendo a publicar en redes sociales la inutilidad de tu última pareja sexual, piensa si tú sabes tocarte a ti mismo y si sabes enseñar tus técnicas en pareja para que follar sea mucho más placentero. Si no sabes cómo funciona tu cuerpo, cómo estimularte, ¿qué esperas que hagan por ti? Si acaso, salir corriendo, y no precisamente entre las sábanas.
Y lo mejor de todo es que, como tú te tocas, no te va a tocar nadie. Fuera vergüenzas, miedos, hojas parroquiales y biblias. Masturbarse no es sexo de segunda categoría, de "desesperados" ni "pajilleros antisociales". Cuanto antes te pongas y más practiques, sin llegar a rozar el trastorno obsesivo compulsivo en la masturbación, mejor para tu final feliz con emoción.
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