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@DIOSTUITERO

Las 7 muertes más chungas de la Biblia

La Biblia es un libro en el que muere hasta el apuntador, que soy yo. No se libra ni Dios. Lo de Juego de Tronos al lado de mi libro es un juego sí, pero de niños.

-Jael y Sisara

Jael y SisaraWikipedia

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Nada más empezar ya tenemos a los primeros hermanos de la historia matándose el uno al otro. También asistimos una y otra vez a asesinatos en masa, como cuando lancé el diluvio, o de bebés, como cuando ejecuté la matanza de los primogénitos egipcios. Tenemos muertes de culpables, y muertes de inocentes, de gente que se lo había buscado y de otros que pasaban por allí. Y tenemos muertes de lo más curiosas:

7. El profeta que fue devorado por un león (1 Reyes 13).

Un profeta invitó a comer a otro profeta, el cual al principio rehusó la invitación diciendo: "No puedo volver contigo ni ir a tu casa. Tampoco puedo comer pan o beber agua en este lugar, porque Dios así me lo ordenó." Pero el otro profeta le engañó diciendo que se le había aparecido un ángel con un mensaje de mi parte permitiéndole comer con él. ¿A quién castigué? ¿Al profeta que mentía? ¡No, al pobre incauto que le creyó!

Después de la comida, este pobre hombre se montó en su burro y un león le atacó por el camino y se lo comió. Moraleja: si un profeta te dice que tiene un mensaje de parte de Dios, no te fíes.

6. Sísara, crucificado a la Tierra ( Jueces, 4:21)

Sísara era un general enemigo de Israel que, tras perder una batalla contra mi pueblo, se refugió en una tienda con una tal Jael, la cual aprovechando que estaba dormido, cogió una estaca de las de clavar las tiendas y se la clavó en la sien ¡a las mismísima tierra! No lo intentéis en casa, por favor.

5. Uza,¡mis cosas no se tocan! (2 Samuel 6:6-8)

La muerte de Uza es una de las más crueles y absurdas de toda la Biblia. Resulta que los israelitas estaban transportando mi arca en un carro tirado por bueyes. Estos tropezaron y el pobre Uza extendió el brazo para evitar que el arca cayese al suelo. ¿Se lo agradecí? ¡No, le maté allí mismo!

4. Pincho moruno de israelita y madianita (Números 25:8)

Había lanzado yo una plaga contra mi pueblo ( una de tantas) y no estaba el horno para bollos. Y hete aquí que se le ocurre aparecer en medio de la congregación a un israelita con una moza madianita ( con lo poco que me gustaban a mí los matrimonios mixtos, que los condeno durante toda la Biblia). Menos mal que un tal Finee cogió una lanza y los ensartó a los dos por el vientre. Y cesó entonces la plaga. Habían muerto 24.000 personas.

3. Eglón, no estaba en el baño, no (Jueces 3:21)

Cuenta mi libro que había un rey enemigo llamado Eglón, el cual era muy gordo. Era el rey de los moabitas y traía frito al pueblo de Israel. Hasta que un día éstos me rezaron y yo envié a un tipo llamado Aod con un presente para Eglón. Le entregó el regalo pero también le ensartó en las entrañas un cuchillo hasta la mismísima empuñadura "y salió el estiercol", dice la Biblia. Aod echó los cerrojos de la sala y esto confundió a los guardias de fuera, los cuales decidieron no entrar ¡porque pensaban que el gordo rey estaba haciendo sus necesidades!

2. Muerto de aburrimiento (Hechos de los Apóstoles 20:9)

San Pablo con los discursos era como Fidel Castro, se tiraba horas y horas. Cuenta la Biblia que, en una ocasión que alargó su discurso "hasta la medianoche", uno de sus oyentes, un joven llamado Eutico que estaba sentado en la ventana, "rendido por un sueño profundo, por cuanto Pablo disertaba largamente, vencido por el sueño cayó del tercer piso abajo, y fue levantado muerto." Pero no hubo, problema, bajó Pablo, lo abrazó, lo resucitó, y continuó con el discurso "hasta el alba".¡Menudo brasas!

1. 42 niños devorados por dos osos por llamar calvo a un profeta (2 Reyes 2:23-25)

El número 1 se lo lleva esta burrada: iba mi profeta Eliseo caminando por ahí, cuando "salieron unos muchachos de la ciudad, y se burlaban de él diciendo: ¡Calvo, sube! ¡calvo, sube! Y mirando él atrás, los vio, y los maldijo en el nombre de Jehová. Y salieron dos osos del monte, y despedazaron de ellos a cuarenta y dos muchachos."

¡Es Palabra de Dios!

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