INACEPTABLE
Los nuevos datos de independización de los jóvenes españoles generan una oleada de quejas en forma de meme
Con la publicación de los nuevos datos de independización de los jóvenes españoles ha arrancado una de las oleadas de memes más potentes de las últimas semanas, que tratan de poner un poco de humor en una situación que asfixia a los jóvenes cada vez más.
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"El poder adquisitivo de los jóvenes cae un 10% y los alquileres suben un 53%. La tasa de emancipación se ha reducido (del 70% al 74%) y cada vez se produce más tarde. Ser soltero se vincula a una reducción del 75% en la probabilidad de emanciparse". Bajo este tuit con datos profundamente demoledores se ha generado una reacción en cadena de memes-queja ante una de las situaciones más injustas y dolorosas que viven los jóvenes en la actualidad.
Miles de personas han respondido con quejas y memes a esta noticia que refleja una realidad complicada de nuestro país: los jóvenes no tienen ingresos suficientes para emanciparse, ni quiera estando en pareja, y los alquileres suben a pasos agigantados cada año, sin que exista todavía una intervención por parte del sistema político y legal. Unos pocos bolsillos acumulan los ingresos de miles de inmuebles en las grandes capitales, y la enorme demanda provoca un sentimiento de desesperación que empuja a muchos jóvenes a aceptar condiciones abusivas en sus contratos de alquiler.
Con ciudades en las que el alquiler por metro cuadrado puede rozar los 50 euros mensuales (en un barrio medio, nada de lujos), y dueños que prefieren, en sus propias palabras, "quemar" un piso antes que venderlo por menos de 300.000 euros, el ahorro se convierte en la única vía de muchos jóvenes para soñar con vivir por su cuenta. Un ahorro que, con los sueldos medios, tarda más de una década en acumular los ingresos suficientes como para plantearse la petición de un crédito. Y si la edad en la que se empieza a trabajar de forma continua también se retrasa, tal y como muestra la elevada tasa de paro juvenil, nos encontramos con personas que rozan los 40 cuando se convierten en propietarias. ¡Y encima tienen que rezar para que no se les tuerzan las cosas y puedan seguir pagando ese crédito al que le quedan otras tantas décadas más!
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