EL IMPACTO DE LOS ATENTADOS DEL 11 DE SEPTIEMBRE
La película definitiva sobre el 11-S no existe y solo el cine de terror recoge ese miedo
Hace dieciséis años, el World Trade Center de Nueva York parecía el set de rodaje de alguna película de ciencia ficción tipo 'La guerra de los mundos'. La gente huía despavorida como acosada por el monstruo Godzilla, las Torres Gemelas se desplomaban lo mismo que en una escena de invasión extraterrestre y una nube de polvo y humo tapaba la isla de Manhattan igual que en 'La Niebla', de Stephen King.
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Como escribe Antonio José Navarro en 'El Imperio del Miedo' (Valdemar, 2006), la llegada del Apocalipsis, tantas veces profetizada por Hollywood, se estaba retransmitiendo por la CNN y FOX News.
Desde entonces, han sido muchos los directores de cine que se han propuesto rodar la película definitiva sobre el 11 de septiembre. Una de las primeras fue ‘United 93’ (2006), sobre los pasajeros del vuelo 93 de United Airlines que se enfrentaron a los terroristas que planeaban estrellarlo contra el Capitolio, frustrando de esa manera uno de los atentados. El avión se estrelló finalmente contra un campo de Shanksville, Pensilvania.
Ese mismo año, Oliver Stone estrenó ‘World Trade Center’, una película tan ambiciosa como fallida sobre los policías que quedaron atrapados bajo los escombros de las dos torres. La película anunciada este año con Charlie Sheen y Whoopi Gholberg como protagonistas parece servir al único propósito de demostrar que el 11-S como género cinematográfico está condenado al fracaso. Casi dos décadas después de los atentados, ‘la película del 11-S’ no existe.
Sin embargo, difícilmente podía librarse el cine de la influencia de semejante episodio. Puede que ningún director haya conseguido grabar la gran película sobre el 11 de septiembre, pero la paranoia y el miedo que se apoderó del mundo ese día ha tenido sin duda su reflejo en numerosas películas. Según intenta probar en su libro Antonio José Navarro, hay que buscarlo en el catártico cine de terror, espejo siempre de nuestros miedos.
‘El Imperio del Miedo’ es un recorrido por películas como 'La casa de los 1.000 cadáveres', la serie 'Saw', la trilogía 'Hostel', remakes como 'La matanza de Texas', 'Las colinas tienen ojos' o 'Amanecer de los muertos', e incluso cintas de horror sobrenatural como 'Expediente Warren: The Conjuring', 'El exorcismo de Emily Rose', 'La tierra de los muertos vivientes', 'Paranormal Activity', 'Los extraños', 'La cabaña en el bosque', 'La Bruja' o 'No respires'. En todas ellas busca Navarro, a veces obsesivamente, las secuelas del 11 de septiembre.
Sobre 'Monstruoso' escribe por ejemplo: “La gigantesca criatura de origen extraterrestre que destruye media isla de Manhattan provoca un pánico y caos muy similares a los de los ataques terroristas del 11-S: el film reproduce escenas de la realidad tan angustiosas como las nubes de polvo levantadas por los edificios al desmoronarse o la gente huyendo despavorida de la zona cero, culminadas por la imagen muy significativa de la Estatua de la Libertad decapitada”.
En las películas de horror hillbilly tipo 'Las colinas tienen ojos', encuentra una metáfora de los votantes republicanos radicalizados tras los atentados. En las de casas encantadas, la sensación de peligro que desde el 11-S los americanos tienen incluso en el propio hogar.
Especialmente interesantes son los ecos visuales del 11-S que Navarro encuentra en el cine y la TV norteamericanos. Así, según este crítico, las torturas de la película 'Hostel' estarían influenciadas por la imagen de Ali Shallal al-Qaisi torturado en Abu Ghraib; las hordas de zombies en 'The Walking Dead' recuerdan a la gente huyendo de la Zona Cero; y Jigsaw, el villano de Saw (2004-2010) se parece mucho físicamente al Vicepresidente Dick Cheney, principal responsable de las políticas de las torturas de la CIA cometidas durante la administración Bush.
El payaso psicópata de ‘La casa de los 1000 cadáveres’ que aparece en la portada de “El Imperio del Miedo” es ya toda una declaración de intenciones. “El aspecto del capitán Spaulding, escribe Antonio, es la fusión de dos espeluznantes iconos estadounidenses sobre la locura y la guerra: John Wayne Gacy (1942-1994), apodado ‘Pogo el payaso’, psycho killer que violó y asesinó a 33 jóvenes entre 1972 y 1978, y el Tío Sam, la personificación nacional de los Estados Unidos, con su sombrero de copa decorado con las barras y estrellas de la bandera, indicativos del horror que el renovado belicismo norteamericano puede ocasionar dentro y fuera de sus fronteras”.
La anunciada nueva temporada de American Horror Story, ambientada en la noche del triunfo electoral de Donald Trump y protagonizada por un payaso asesino, demuestran el buen ojo de Navarro, que imagino que ya debe de estar preparando un nuevo libro sobre el cine de terror después de Trump.
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