ÑAM ÑAN’T
¿Puedes pedir lo que quieras en tu última cena en una prisión de Estados Unidos?
La pena de muerte en las cárceles de Estados Unidos lleva aparejada una serie de circunstancias extra. una de las más conocidas, también en parte gracias a la cultura audiovisual, es la de la última cena, Pero, ¿realmente podrías pedir todo lo que quisieras si eres un condenado a muerte en Estados Unidos?
Publicidad
Imagínate que vives en Estados Unidos y te han condenado por un crimen de tal magnitud que el único castigo adecuado que contempla su sistema es la pena de muerte. Tus días se acaban y, cuando llega el fatídico día, se te concede un último regalo: la última cena. La pregunta surge, entonces: ¿puedes pedir realmente lo que te apetezca en tu última comida antes de ser ejecutado? La cultura popular nos ha hecho pensar varias cosas al respecto, así que la mayoría podemos asumir que sí, así es, puedes ordenar lo que te dé la gana y darte el festín del siglo. La respuestas real es que, bueno, depende.
La cuestión es que Estados Unidos está compuesto por, vaga la redundancia, unos cuantos estados que han sido unidos. Igual que las Comunidades Autónomas en España, cada región tiene su propia ley en lo referido a diversas cuestiones, y eso incluye los límites de la última cena de un preso. En algunos Estados, ese límite es que el coste de la comida debe estar entre los 20 y los 30 dólares. En otros, las opciones son las que te apetezcan, siempre y cuando estén disponibles en la cafetería de la prisión. Finalmente, en algunos Estados se implantaron barreras después de casos reales. Ocurrió en 2011, en Texas, cuando un preso ordenó una gran cantidad de comida que al final ni comió. Serían los nervios.
Así que esa la respuesta: mira bien la legislación del Estado en el que vas a cometer un crimen castigado con pena de muerte para descubrir si podrías pedirte todo lo que quisieras en tu última cena. Si ves que no te convence, te damos un consejo: no cometas el crimen y vete a un restaurante caro a darte el gusto.
Publicidad