SE ESTRENA IRON FIST, CON FINN JONES INTERPRETANDO A DANNY RAND
¿Por qué narices se mete un millonario a superhéroe si tiene la vida solucionada?
Buceamos en la vida y traumas de Bruce Wayne (Batman), Tony Stark (Iron Man) o Danny Rand (Iron Fist), entre otros millonarios, para descubrir qué lleva a un tipo al que le sobra el dinero a ponerse un traje y meterse a superhéroe.
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Porque pueden, quieren y lo necesitan. Así de rotunda, contundente e incluso borde puede ser la repuesta. Basta con rascar un poco esa superficie de lujo y dinero a espuertas para darse cuenta de que en el fondo esconden una retahíla de traumas y tragedias que les hacen ser como son: superhéroes.
No pudieron salvar a alguien a quién querían y para compensar aquello intentan hacerlo con la humanidad en general.
La lista de millonarios a los que les da por disfrazarse para defender a sus congéneres no es tan larga. En realidad, la mayoría del gremio tiene problemas para llegar a fin de mes.
Bruce Wayne, Tony Stark, Oliver Queen, Ray Palmer, Charles Xavier, Hal Jordan y, ahora, Danny Rand, que estrena la serie Iron Fist este viernes, se llevan el premio a la popularidad gracias al cine y las series. No hace falta haber leído los cómics para saber quiénes son.
Caso por caso, ¿por qué narices se mete un millonario a superhéroe si tiene la vida solucionada? Pues porque con sus necesidades básicas más que cubiertas, les surgen otras. Se aburren, necesitan sentirse útiles, darle cierto sentido a su vida y de ahí que acaben vistiendo el traje de superhéroe.
Eso sí, (casi) siempre, después de pasar por un hecho traumático que les haga replantearse el sentido de su vida. Que lo de convertirse en superhéroe no llega así por inspiración divina salvo que se sea Thor.
Todo el mundo conoce el caso de Bruce Wayne, que vio cómo asesinaban a sus padres de niño, que se obsesionó con los murciélagos y con limpiar Gotham de malhechores y acabó convertido en Batman.
En esa misma línea se mueve el recién llegado al grupo de superhéroes del cine y la televisión, Danny Rand (Iron Fist o Puño de Hierro). En su caso, es millonario potencial. Ha vuelto a Nueva York sin identidad, sin zapatos y sin emporio familiar tras ser dado por muerto al estrellare el avión en el que viajaba con sus padres cuando sobrevolaban el Himalaya. En esta primera temporada veremos cómo se lo monta para recuperar lo que es suyo y cómo se convierte en parte de The Defenders.
Oliver Queen (Arrow o Flecha Verde) es un cruce entre ambos. Se pasa años desaparecido en una isla y regresa siendo un experto luchador, como Danny Rand. Si se cambia avión por bote e isla por cordillera, la historia se parece bastante. Aunque, todo sea dicho, Arrow es muy oscura porque Oliver comienza como un justiciero asesino y Danny va más en la línea de maestro del buen rollo.
Para buen rollo, el de Tony Stark. Se convirtió en Iron Man después de que volasen su ‘diverti-jeep’ por los aires y colocarse un chisme en el pecho para que la metralla no se disperse por su cuerpo aniquilándole. Cuando regresa a casa decide hacerse un traje/armadura molón y salvar al mundo.
Y, como tiene un ego de proporciones descomunales, no duda en desvelar su identidad a las primeras de cambio. Porque Tony Stark es así y, por eso, le cae bien a todo el mundo. Menos al Capitán América, que es un soso.
La razón por la que Ray Palmer (Atom en Arrow) se mete a superhéroe es porque durante el asedio del villano Slade Wilson a Starling City muere su prometida. Como no logra salvarla a ella, decide salvar al resto del mundo. La historia casi siempre es la misma. En los cómics de DC, hay varios Atom, pero este es el que eligieron los guionistas de Arrow para incorporar a la serie.
Igual que también hay varios Linterna Verde y al que escogieron para hacer la película protagonizada por Ryan Reynolds fue a Hal Jordan, niño rico que perdió a su padre en un accidente de avión dejándole traumatizado. Superhéroes huérfanos los hay a montones, ricos y pobres. Un día Hal se encuentra con un extraterrestre que le da un anillo con poderes y se convierte en el primer Linterna Verde humano.
No hay poderes, pero sí dinero
Y acaba el repaso de millonarios que se metieron a superhéroes con el único de nuestra lista que tiene poderes, el mutante Charles Xavier (Profesor X). En su caso, se dedica a hacer el bien porque es así, sin más. Un corazón bondadoso que se empeña en que humanos y mutantes pueden convivir en paz y armonía y que convierte la mansión familiar en una escuela para jóvenes mutantes.
Técnicamente, podría decirse que el Profesor X es en realidad el único superhéroe de todos los mencionados. El resto no tiene poderes, así que más que superhéroes son héroes enmascarados, que dirán los más puristas.
Más o menos hábiles en la lucha cuerpo a cuerpo o con según qué armas, lo cierto es que lo que hacen es compensar su falta de habilidades especiales a golpe de talonario. El traje de Iron Man que se alimenta del núcleo que le mantiene con vida, los bat-chismes de Batman, el anillo de Linterna Verde, las flechas geek de Arrow, el traje de Atom…
¿Quién es el superhéroe más rico?
Saber de sus motivaciones y habilidades es fácil. Basta con conocer un poco su historia, ya sea habiendo leído los cómics que protagonizan o viendo sus series o películas. Pero, ¿qué hay de sus cuentas corrientes? Eso ya no es tan sencillo. Aunque algunos medios se han molestado en calcular la fortuna estimada de estos personajes ficticios.
Según estos cálculos, el más rico de todos con diferencia es Black Panther, el rey de Wakanda, al que vimos asomar casi de pasada en la última de Capitán América. La de la guerra civil superheróica.
De los mencionados, de esos que todo el mundo conoce aficionado o no al género, la palma se la llevaría Tony Stark (Iron Man), con mansión sobre un acantilado, secretaria 24 horas y un garaje que parece un museo de coches de alta gama. Lo de suministrar armamento al ejército da muchos dólares.
En segundo lugar, Bruce Wayne. La batcueva es la envidia del gremio, así como sus gadgets y su emporio Empresas Wayne. Le sigue Oliver Queen, que para eso su historia se parece tanto e incluso han compartido enemigos como Ra’s al Ghul.
En cuarto lugar, se situaría el magnánimo Charles Xavier, porque para montar un internado de mutantes en casa tienes que tener dos cosas: una casa muy grande y mucho dinero para alimentarles, vestirles y educarles a todos.
El resto no aparecen en las listas encontradas y consultadas, pero por lógica les seguirían Ray Palmer, Hal Jodan y Danny Rand, a la espera de que este último recupere su emporio.
Y si los más ricos tuviesen poderes…
La pregunta da casi miedo. ¿Qué pasaría si los más ricos del mundo real tuviesen superpoderes? ¿Qué harían con ellos? Bill Gates, quien lidera la lista Forbes, podría ser una especie de Tony Stark, genio de la tecnología y la informática. Crearía su propio Ultron y se haría llamar SuperWindows, por ejemplo.
El segundo hombre más rico del mundo es Amancio Ortega, quien no hay duda que llegado el caso sería el superhéroe mejor vestido y con el fondo de armario más abultado. Aunque la verdad es que cuesta imaginarse a los integrantes de la lista dedicándose a estos menesteres en sus ratos libres dada la media de edad.
Casi es mejor buscarse otros que darían más el perfil otros como Mark Zuckerberg, quien sí aparece bien posicionado en la lista. Sería Mister Facebook, vestiría de azul con un puño cerrado con el pulgar levantado en el pecho y tendría la capacidad de hacer que las personas se hagan amigos sin más.
A Elon Musk, no cuesta imaginarlo como Interplanetario, podría viajar por el espacio libremente como el Doctor Manhattan, pero sin ir pintado de azul. Eso se lo dejaría a Mister Facebook.
¿Y Donald Trump? ¿Qué poder tendría? ¿Qué superhéroe sería? Da miedo pensarlo. Si ya es capaz de levantar muros solo con una firma, qué no haría de tener superpoderes.
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