PREGUNTAMOS A VR LIFE, PIONEROS DEL PORNO VR
¿Qué porno buscamos cuando nos acostamos con la realidad virtual?
Pocos saben que la primera productora de porno en realidad virtual (VR) se fundó en Zaragoza. ¿Sorprendidos? Todo empezó en el año 2013, cuando una pareja de novios decidió invertir el dinero de su luna de miel en montar una productora audiovisual especializada en grabar sexo explícito. Se llamaron Oculus Real Porn; hoy son unos pioneros y se denominan Virtual Real Porn.
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A veces, estamos tan obsesionados con escudriñar a nuestros vecinos que apenas reparamos en el valor que esconde el panorama patrio. Cuando se habla de pornografía la mayoría de la población piensa inexorablemente en el glamour de EE UU. Casas de piscinas imposibles en Miami, rubias siliconadas alojadas en el Valle de San Fernando. Los Angeles, como epicentro de la producción mundial de cine para adultos.
Pocos saben que la primera productora de porno en realidad virtual se fundó en Zaragoza. Primero, se llamaron Oculus Real Porn, hoy Virtual Real Porn. El negocio creció de forma exponencial mientras los cascos adaptados a este tipo de contenido florecían en el mercado especializado y los más avispados daban la voz de alarma: el llamado “VR” (virtual reality) se estaba convirtiendo en tendencia.
Estos pioneros apostaron por la creación de contenido innovador, a veces incluso inventando tecnología propia. Pero empecemos por el principio, ¿Cómo surgió la idea de empezar a grabar porno en VR?
"Nos compramos la primera versión de Oculus y flipamos con los videojuegos que encontramos. ¡Sólo había demos!", me comenta Leo, CPO de la compañía.
"Al buscar porno nos dimos cuenta de que no había nada, sólo cosas hechas por ordenador. Justo un mes antes nos habían presentado a Onix Babe, una actriz porno española. Juntamos nuestros conocimientos (programación web, administración de empresas, diseño, etc.) y nos lanzamos a la piscina”, añade.
¿Y cuál fue el reto más complejo al que tuvisteis que enfrentaros? "La propia tecnología. No existía nada parecido en el mundo y la poca información que encontrábamos en internet estaba muy fragmentada. Así que nos hicimos expertos en las grandes superficies de bricolaje y junto con una impresora 3D, un sinfín de horas de desarrollo y muchas bridas todo fue cosa de ensayo, prueba y error", me explica Carlos, CEO de la compañía.
Tan solo cuatro años más tarde Virtual Real Porn ha pasado de tener cinco empleados a casi 30, repartidos entre Zaragoza (su sede principal) y Barcelona. Han cambiando su nombre por VR Life y son los propietarios de cinco webs de contenido para adultos, todas relacionadas con la realidad virtual.
"La verdad es que no lo esperábamos", de dice Leo. "Nos conformábamos con que funcionara lo suficiente como para darnos un sueldo extra. ¡Entonces teníamos que compaginarlo con otros trabajos! Pero al año más o menos, nos dimos cuenta de que esto iba a ser mucho más grande de lo que esperábamos. Hicimos algo que nadie más hacía, así que el mercado fue fácil, en cuanto la gente comenzó a comprar cascos de VR lo primero que hizo fue buscar porno", recuerda.
Sin embargo, no todo ha sido un camino de rosas. Muy pronto otras productoras ya involucradas en el hermético mundo del cine para adultos se dieron cuenta del filón de mercado escondido en la realidad virtual. En estos momentos hay otras 55 compañías especializadas en este mercado.
¿Cómo se lleva el enfrentamiento con la competencia? "Si partimos del hecho de que nosotros desarrollamos y fabricamos el primer sistema de grabación, podemos decir que todas las que vinieron después rodando con el mismo sistema han sido influenciadas por nuestro desarrollo", dice Leo.
"Sabíamos que al ser los primeros seríamos el blanco de todas las miradas, pero alucinamos al ver hasta qué punto nos han llegado a copiar desde la maquetación de la web hasta los iconos, pasando por diseños de banners, y por supuesto productoras llamando ordenadamente a todas las chicas que trabajaban con nosotros, no sin preguntarles antes sobre nuestro trabajo. Pero oye, nadie copia a los mediocres. ¡Así que algo estaremos haciendo bien!", concluye.
Virtual Real Porn no solo están concentrados en la típica pornografía heterosexual, sino que han abierto páginas con contenido transexual, gay y rodado desde el punto de vista femenino. Esta diversificación de productos no se da tradicionalmente dentro de la industria, tal vez por el miedo a innovar que, lamentablemente, es una constante en las altas esferas.
"De hecho, hace muy poco que hemos sacado Virtual Real Passion, una web pensada para mujeres (¡incluidas las mujeres lesbianas!). Vamos despacito, pero en nuestra lista está el sacar más contenido para este sector. Algo que hemos tenido claro desde el principio es que queremos que todo el mundo pueda disfrutar de nuestros videos sin que importe su género u orientación sexual", replica Carlos.
Me sorprende positivamente encontrar un discurso tan feminista dentro de una industria que desafortunadamente muestra un modelo de comportamiento sexual muy hegemónico. ¿Es complicado mantener un equilibrio entre lo que los usuarios reclaman y lo que vosotros queréis grabar?, les pregunto.
"Tenemos algo muy claro: lo que preferimos no grabar, no lo grabamos", me dice rotundamente Leo. "Sin duda los usuarios tienen cierto control sobre lo que producimos, pero siempre tenemos claros nuestros límites. Por ejemplo, desde el principio nos hemos negado a hacer porno relacionado con embarazadas, incestos reales o situaciones muy agresivas", apostilla.
Así son las experiencias pide el público en la VR
"Las peticiones de los usuarios se dividen, normalmente, en dos grupos, los que nos piden amor, susurros y que la chica esté contigo tumbada en la cama haciéndote mimos; y aquellos que quieren ver lo que normalmente no pueden hacer con sus parejas: anales, tríos, ropa fetichista… ya sabes", expone.
Les pregunto también qué ideas quieren desarrollar en el futuro y me contestan que interacción en directo con los actores en formato de realidad virtual.
"VirtualRealCams es nuestro proyecto mas inmediato. Se trata de una web dedicada a la retransmisión en streaming de shows de webcam en VR", dice Carlos.
"Si un vídeo grabado te aporta inmersión, imagina que puedas interactuar con el actor o actriz con una calidad brutal de imagen y a 60fps. Es una vuelta de tuerca más,el problema es que nos va el barro y ahora que tenemos un sistema de webcam queremos más, y lo queremos mejor, así que pronto habrá una versión mejorada y muchos mas shows", añade.
Carlos y Leo empezaron desde cero y decidieron apostar por un terreno totalmente inexplorado y los resultados que están teniendo superan con creces todo lo previsto.
Si analizamos el avance estratosférico de aquellos negocios orientados al VR, pronto nos daremos cuenta de que nos enfrentamos a una nueva revolución en el audiovisual. Indudablemente, estamos siendo testigos en primera persona del principio de un gran cambio.
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