AUNQUE YA EXISTEN CÓMICS QUE ROMPEN CON ESE ESTEREOTIPO
¿Por qué los superpoderes de una mujer son ser guapa, delgada y con escote?
¿Por qué las superheroínas salvan el mundo luciendo escote? ¿Por qué es tan difícil encontrar un personaje femenino no sexualizado en Marvel y DC? La narrativa de los tebeos ya no es sólo creada y consumida por hombres, razón por la cual están apareciendo, por fin, personajes que acaban con estas taras.
Publicidad
Hulk, el señor Hyde de la Marvel, era verde y abominable. El Rondador Nocturno, un monstruito capaz de teletransportarse pero feo como un trueno. Deadpool llevaba una máscara tan molona porque era deforme. Bestia, de la Patrulla X, pues ya me contaréis, azul, de rasgos simiescos y con manos y pies desmesurados.
Seguimos pasando lista. La Cosa es parte de Los Cuatro Fantásticos pero decidía que había llegado la hora de pelear embrutecido y con una pinta horripilante. ¿El Motorista fantasma? Aquí hablamos nada menos que de una calavera ardiendo. ¿El profesor Xavier? Calvo y poco agraciado. ¿Eritgan el Demonio? Pues eso, un demonio.
Vamos con ellas:
Catwoman.
Tormenta.
La Viuda Negra.
Elektra.
Mística.
Supergirl.
Vampirella.
(...)
Todas barbies.
Y por supuesto, Wonder Woman, incluida la de la nueva película. Mucho discurso feminista, pero estamos ante más de lo mismo.
¿Sigo? Hemos empezado hablando de la fealdad de Hulk pero su correspondiente femenino, Hulka, es, por supuesto, todo voluptuosidad y belleza verde.
Efectivamente, cada una de ellas posee un superpoder que la hace única pero todas comparten una característica: responden a un estereotipo femenino que las vincula a la mujer como objeto.
Son fuertes y están aquí para luchar por el bien. Pero siempre son guapas, tienen el pecho generoso, lucen escotes y están abonadas a las tallas mínimas. “Que parezca que van desnudas”, debieron pensar sus dibujantes.
Que sí, que lo de los uniformes ajustados es también común en los superhéroes masculinos. Y que todas han ido evolucionando como personajes, con tramas más complejas, historietas propias y papeles menos planos. ¿Pero por qué siempre este empecinamiento en que sigan el estereotipo de mujer idealizada?
Cuando hablamos de cómics, hablamos de una forma de expresión tradicionalmente creada y consumida por hombres. Pero los tiempos han cambiado y, muy poco a poco, empezamos a encontrar personajes que rompen los roles de heroínas creadas para el disfrute masculino.
En parte, gracias a la irrupción de una nueva generación de historietistas que no tiene problemas a la hora de dibujar a personajes como Kamala Khan, la heroína musulmana de Marvel, o a Spider-Gwen, que aunque también tiene un cuerpo de modelo representa una vuelta a un personaje que nació concebido como dama en apuros.
Y en parte también porque el público femenino no ha parado de aumentar. En palabras de Alex Alonso, editor jefe de Marvel: “No tenemos un estudio que lo garantice pero los ojos no mienten: en las convenciones y en las tiendas de cómics cada vez vemos más y más lectoras. Y este creciente público está demandando un contenido con el que puedan sentirse identificado”.
Faith rompe con los estereotipos
Entre estos nuevos personajes más inclusivos, en un mundo en el que ya caben héroes negros o heroínas lesbianas, destaca Faith.
Creada por la guionista Jody Houser, es una bloguera nerd, que odia a sus jefes, que tiene sobrepeso y que vuela y posee poderes psíquicos. Con estos atributos ha logrado que el éxito entre el público le catapulte de ser una secundaria a tener su propio cómic. Es sexy, por supuesto, pero no a la manera en que lo eran las demás.
Como los de tantos superhéroes, los padres de Faith, que usa el nombre de Zephyr como heroína, murieron en un accidente. La chica se crió con su abuela y creció fascinada por los cómics y libros de ciencia ficción.
Para colmo de males, quiso ser periodista en una de esas redacciones en la que los plumillas son obligados a lograr más y más visitas. Mientras tanto, Faith trata de salvar el mundo: A Hillary Clinton de un atentado, por ejemplo.
Otra heroína que sortea los estereotipos es Hit Girl, de la serie Kick-Ass. Una niña entrenada por su padre para ser una asesina. Su trama, su indumentaria morada y su personalidad descarada y dulce, según el momento, eran tan potentes que también consiguió su propia serie. Tiene el sello inconfundible de su creador, Mark Millar: humor y violencia a raudales.
Lesbiana y latina, la ruda América Chávez también ha dejado atrás la dinámica habitual. Aunque se supone que su apariencia está basada en Beyoncé, su sexualización no es equiparable a la del resto del escuadrón.
Los videojuegos, campo en el que se han sucedido campañas contra el sexismo y la delgadez de los personajes femeninos, o la animación para el público infantil, donde las niñas empiezan a soñar con ser más princesas guerreras que princesas a secas, también están experimentando estos cambios. Igual que series de televisión como ' Juego de Tronos ' han logrado más y más fieles gracias a personajes como la fuerte y noble Brienne de Tarh y la astuta y vengativa Ayra Stark.
Mientras tanto, y de vuelta al cómic, numerosas ilustradoras están creando obras que reconvierten al feminismo a las superheroínas clásicas, rediseñando sus indumentarias en función de su personalidad y compartiendo en redes estas imágenes como forma de protesta por su tradicional sexualización.
Si dejamos atrás la cansina tarea de salvar el planeta y luchar contra los villanos, encontramos todo un universo de protagonistas femeninas y feministas creadas por grandes dibujantes y guionistas de cómic. A modo de coda, aquí va una pequeña lista de imprescindibles: Alison Bedchel, Marjane Sartrapi, Aline Kominsky, Julie Doucet, Jessica Abel, Gabrielle Bell y Phoebe Gloeckner.
Publicidad