@BECARIA_
Recetario de brujería sexual
Becaria escribe sobre talismanes para la potencia sexual de las mujeres, hechizos con excrementos y cadáveres, té con sangre mensual y, ¿Tomatitos del amor?
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Hay una religión más antigua que el cristianismo, y es la de la magia y la hechicería. Si bien en cada esquina existe una iglesia, la ficción de Dios y todos sus satélites que ya no lo petan tanto, existen otras modas espirituales que están dejando de lado los crucifijos. Es el magufismo lo que baila en su máximo apogeo, abarcando muchos más tipos de objetos y muñecos: inciensos, velas, piedras mágicas y monigotes de vudú por todas partes con miles de tiendas esotéricas facilitando su abastecimiento. Sin olvidar que el cristianismo surgió como una ramificación más de la magia, con el tal Jesús de las estampitas levantando muertos y curando a los enfermos con un toque de dedo, que no deja de tener su parte de esoterismo y erotismo.
Sacrificar pollos, crucificar sapos bocabajo o sorber de un cáliz la sangre de una cabra son algunas de las costumbres medievales de la magia negra, y que en la actualidad hay personas que siguen practicando. Con cierta asiduidad, se publican en prensa noticias de apariciones de cabras decapitadas, pollos sin cabeza y otros animales muertos en playas y descampados, fruto de posibles rituales mágicos. Cada bruja y cada hechicero tiene su grimorio, más negro o más blanco, y no hay nada más interesante que dejar en caer en las manos un recetario de brujería sexual; todo anormal.
Talismanes para la potencia sexual de las mujeres
Cuando la libido se cierre como la puerta de un coche negro blindado, dice el "Recetario de la bruja moderna" (1971) de Sarah Lyddon, que la mujer con el deseo sexual pocho debe buscar a un hombre cazador que le consiga una pata de liebre si mata una. Hechizo no apto para personas de moral actualizada ni veganos. Para que funcione, la pata de liebre debe colgarse en una cadena y llevarla en la cintura en contacto con la piel. Porque leer literatura erótica y comprar algún juguete sexual y lubricantes para despertar la libido, quizás suene en la época contemporánea más descabellado que colgarse la pata de un bicho asesinado ex profeso.
Hechizos y filtros con excrementos y cadáveres
Antiguamente, las brujas y hechiceros hacían como algunos restaurantes que mezclan todas las sobras en sus platos para no desperdiciar nada. Del mismo modo, se dice que estos personajes medievales utilizaban trozos de cadáveres humanos y otros fluidos corporales para sus hechizos. Se consideraban ingredientes poderosos la carne y la sangre humana, sobre todo si pertenecían a alguien que hubiese tenido una muerte violenta. Según el susodicho manual, "un filtro amoroso inglés que data del siglo XV se hacía combinando elementos como el dedo índice de la mano izquierda de un ahorcado, cortado y mezclado con ajenjo. Las poderosas vibraciones de este agradable bocado se supone que aseguran potencia, y que prologan las dulces agonías del amor". Fin de la cita.
Té con sangre menstrual
Sin fines aparentemente eróticos, un brujo y alquimista del siglo XVII recomendaba hacer el té añadiendo gotas de sangre menstrual de una mujer virgen. Cuenta la leyenda que, bebiendo este brebaje en la cena, servía de protección —léase con cara de vómito—. El hechicero sabría para qué.
Hierbajos para la frigidez femenina
La superstición sugiere que, para revertir la frigidez femenina, se lleve colgada del cuello una bolsa de satén blanco con hierba verbena en su interior, a la que se le atribuye un incremento del deseo sexual por el simple contacto con el cuerpo. Si conoces a alguien con un bote de esta hierba en casa, huye.
Tomatitos del amor
Se cuenta que los míticos tomates cherry, también llamados "manzanas del amor", son potentes "estimuladores amorosos" consumidos a pelo, sin mezclas extrañas con hierbas, vísceras, trozos de cadáver ni fluidos corporales. Actualmente, se sigue creyendo que el tomate influye positivamente en el deseo sexual del hombre porque contiene betacaroteno, que el organismo transforma en vitamina A, vitamina que juega un papel importante en la producción de testosterona. A modo de spoiler final, decir que sobran las ensaladas y faltan vergas dignas empinadas.
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