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NARRA LOS DISTURBIOS RACIALES DE 1967

Seis razones por las que Detroit es la mejor película sobre el problema racial de EE UU de los últimos años.

Se estrena la sorprendente 'Detroit', una narración de los disturbios raciales que sacudieron la ciudad del mismo nombre, en el estado de Michigan, en julio de 1967. Desde la redada de la policía en un bar sin licencia, que acabó convirtiéndose en una de las revueltas civiles más violentas de los Estados Unidos al infame incidente del hotel Algiers y cómo este aún embruja todas las miserias del sistema judicial americano.

-Detroit

DetroitAgencias

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1.- La dirige Kathryn Bigelow

Desde que tiene el Óscar, la directora de artefactos tan sólidos como ‘los viajeros de la noche’ o ‘Acero azul’ ha cambiado los géneros puros en los que es una maestra por filmes controvertidos basándose en la historia reciente de su país. Tras narrar la caza de Bin Laden en ‘La noche más oscura’, la directora es una opción perfecta para afrontar los temas tan candentes como las revueltas raciales y la brutalidad policial. En su currículum ya había explorado esos temas en su thriller ciberpunk ‘Días Extraños’, que aunque fuera un relato futurista, servía de espejo a los disturbios de Los Ángeles en los 90 con las imágenes del linchamiento a Rodney King aún recientes.

2.- No es otra película histórica

Si, como pudo ser ‘Shelma’, ‘Loving’, ‘Doce años de esclavitud’ o ‘El nacimiento de una nación’. Todas ellas cuentan casos idealizados, de conflictos más o menos conocidos con alguna consecuencia en el momento actual, en general, buscando la exposición de un problema no muy lejano en el tiempo para examinar si ese pasado reciente de Estados Unidos se ha acabado de borrar del todo. En ‘Detroit’, la directora se toma su tiempo en exponer la olla a presión que era la ciudad en los sesenta para sentar las bases del grupo de secuencias que forman el corazón de la obra: el incidente del hotel Algiers. La diferencia con las demás es que todo lo que cuenta aún no ha cambiado.

3.- Podría estar hecha hoy

De forma concisa y naturalista, hasta el punto de parecer un mockumentary realizado en los años sesenta, ‘Detroit’ se maquilla de filtros retro y la textura de un film de la época, pero en realidad ofrece esclarecedora luz a los problemas recientes de Nueva York o Baton Rouge con el mismo efecto de refractante que tuvo ‘Straight Outta Compton’ con los incidentes de Ferguson. Su gran virtud es que su estilo vibrante no rompe la ilusión de viaje al pasado ni el emplazamiento temporal en otra época nos hacen pensar que lo que vemos ha sido hace muchísimo tiempo. Verla es asomarse un momento a la época que narra para darse cuenta, al sacar la cabeza y volver, que ha sido antes de ayer y podría volver a ser mañana.

4.- Explica el problema racial desde un ángulo atípico

Tras algunos años en los que han florecido muy buenas cintas comprometidas con los problemas raciales, ‘Detroit’ puede ser, sino la más importante, sí la más penetrante junto a ‘Déjame Salir’ y el imprescindible documental ‘I’m not your Negro’. Bigelow consigue hacernos entender el verdadero clavo de cultivo de la situación de los núcleos urbanos de la Norteamérica actual gracias a una corta secuencia animada que expone a la perfección la historia de las migraciones internas, los flujos de trabajo que las provocaron y como, en realidad, el paso de la población negra desde los campos de esclavitud a la búsqueda de la integración social es un relato en cierta forma inédito, que no es habitual en este tipo de películas, y lo que es lo mismo, todo un primordio para otras que cubran aspectos similares en el resto de américa.

5.- Interpretaciones para Óscar

Todas las interpretaciones brillan. No hay ningún protagonista fijo, puesto que narra una situación sufrida por un grupo de personajes, cada uno con sus vidas y sus motivaciones. Si que seguimos más a dos protagonistas, el cantante del grupo vocal de la Motown ‘The Dramatics’ y el guardia de seguridad desde cuyo punto de vista vemos el terrible episodio de brutalidad policial. Un elocuente y casi mudo John Boyega, que se muestra como todo un posible sucesor de Denzel Washington, da la réplica a un sorprendente Will Poutier, el joven actor inglés visto en ‘El corredor del laberinto’ consigue una tremenda encarnación de un policía racista, con diferentes capas de humanidad que nos permiten apreciar cómo el problema está arraigado en la cultura hasta tal punto que parece normalizado.

6.- Es la mejor película de terror del año

‘Detroit’ no es otro filme de acción o un thriller que se hace pasar por película con trasfondo político o social. A efectos de propuesta, se percibe como un docudrama muy bien hecho, pero lo cierto es que, ni ‘IT’ ni ‘Déjame Salir’: la película que más miedo te va a dar este año está dentro de la cruda narración de los incidentes de Algiers. Pese a hacerlo pasar mal, sus casi dos horas y media, se hacen cortas.

Su tramo final judicial es la confirmación del horror. El mensaje final desolador que da sentido a las verdaderas intenciones de la obra. Sus conclusiones esclarecen el sentido de todo que lo que hemos visto y le da la vuelta. Puede ser una expresión muy sobada, pero ‘Detroit’ no habla sobre las revueltas de ese periodo, ni trata de buscar justicia en torno a un vergonzoso episodio de la historia de Estados Unidos.

Bigelow expone la intolerable y podrida vara de medir racial de EE UU a la luz de unos hechos que suceden en 1967, solo para hacernos ver que hoy no solo sigue igual de caducada sino que no parece tener intención ni ganas de cambiar.

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