ESTA VEZ NO FUERON LOS SIMPSONS
¿Trump quiere profesores armados hasta los dientes? Estas pelis predijeron esa insensatez
Tras la aprobación y financiación de la ley que facilita armas a los profesores en Florida, la primera respuesta ha sido el atrincheramiento de un profesor con un arma en un colegio de Georgia. Nada que sorprenda, pero sin embargo hubo un tiempo en el que el cine reflejaba la violencia en las aulas como una fantasía distópica en la que los profesores iban armados para imponer orden en las aulas.
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El cine ya se lo había olido. El apocalipsis no es un puñado de calles vacías y basura por la calle entre coches abandonados. Estamos en él aunque no nos hayamos dado cuenta. Con el reloj del fin del mundo más cerca que nunca a la medianoche, la irrupción de Donald Trump en la política mundial ha derivado en una paranoia nuclear como no se respiraba desde la guerra fría. Pero para los americanos tampoco va mucho mejor, tras los últimos tiroteos en Florida, el debate sobre el acceso a las armas en Estados Unidos está más candente que nunca. ¿La respuesta de Trump? Proponer que los profesores vayan armados a los colegios.
Una propuesta que lejos de ser descartada por absurda ha sido ratificada en la cámara baja del estado Florida con mayoría de votos a favor. Es decir, en vez de evitar que un adolescente consiga armas de fuego diseñadas para zonas de guerra, se cargan de municiones a los maestros, para que si uno de ellos también resulta estar tan loco como el menor que cometió los últimos asesinatos, se pueda poner a repartir plomo en medio de la explicación del cálculo de integrales. Algo que en los ochenta sonaba a risa. Tanta que hasta había películas sobre ello. Muchas de ellas imaginaban escuelas de barrio llenas de jóvenes problemáticos incontrolables, por lo que, en sus fantasías reaccionarias típicas de la era Reagan, el remedio contra esa chusma llena de acné y hormonas era utilizar la fuerza bruta.
‘Curso de 1984’ (1982)
El nuevo profesor de música del Lincoln High School se encuentra con un problemilla con el que no contaba, un grupo de punks muy conflictivo que hace la vida imposible tanto a profesores como a los alumnos más débiles. Que si un coche rayado por aquí, que si a otro profesor se le acaba yendo la cabeza por acá. El idealista recién llegado se contagia de la violencia imperante e intenta poner orden a base de bate. La cosa acaba en baño de sangre en un drama ultraviolento de serie b a ritmo del ‘I'm the future’ de Alice Cooper.
‘El rector’ (1987)
Un profesor alcohólico es trasladado para ocupar el puesto de rector en un conflictivo colegio en el que los estudiantes, la mayoría afroamericanos muy problemáticos, son verdaderos delincuentes que atemorizan a los que osan poner demasiados deberes. Para no quedar demasiado políticamente incorrecto, Jim Belushi se alía con el segurata de la escuela, que es negro, para poner orden a base de bate de béisbol. Una versión inversa de ‘Rebelión en las aulas’ que anticipa el dilema de ‘Mentes peligrosas’ cambiando poesía y rap por hostias como panes.
‘Curso de 1999’ (1990)
Pseudosecuela de ‘Curso de 1984’ en la que la sociedad ha llegado a tales puntos de violencia que las guerras entre pandillas se hacen con armas de fuego y los correccionales de chavales problemáticos son peores que Guantánamo. En esta, al gobierno se le ocurre que la única manera de instaurar el orden en la clase es con ciborgs en la clase. Los robots no tienen problema en partirle el cuello a los jovenzuelos macarras, darles azotes en el culo hasta destrozárselo o utilizar artillería pesada. Las tetas biónicas de Pam Grier en modo Afrodita-A es el resumen del tono cyber-punk del conjunto.
‘Curso de 1999 II: el sustituto’ (1994)
Secuela de la anterior en la que un robot escapado de la destrucción 2 años atrás, se hace pasar por un profesor sustituto y comienza a poner su propia ley en otra escuela secundaria llena de pandilleros, maleantes, pseudopunks (que en los 90 estaban ya un poco fuera de onda) y demás fauna alternativa de gatillo fácil. Inferior a las anteriores pero con algunas muertes bastante salvajes, como ese ahorcamiento con la bandera de los EE.UU. o la granada-regalo en el coche de una peligrosa banda. Una chusquería directa a vídeo con hostias como panes y crueldad hilarante.
‘El sustituto’ (1996)
Aquí las cosas se ponen feas de verdad. Un ex-marine y mercenario de la CIA interpretado por Tom Berenger sustituye a su novia en el conflictivo centro educativo en el que trabaja para darle una lección a la panda de latinos a los que el soldado confunde con el vietcong. Merece la pena aunque solo sea por ver cómo le zurran bien a un Marc Anthony preJ-Lo. Seguida por dos secuela clónicas pero con menos interés y dinero.
‘The Faculty’ (1998)
La última medida para asediar a los marginados y gamberros del instituto es convertirlos en extraterrestres. Todos los profesores de la escuela beben más agua de lo normal y tienen pinta siniestra. Vale, no utilizan armas, pero es que no les hace falta. El creador de ‘Dawson Crece’ y Robert Rodríguez unieron fuerzas para crear una versión de ‘El club de los cinco’ mutante y satírica con el malísimo de ‘Terminator 2’ doblando su carga de mal rollo como profesor de gimnasia.
‘Lesson of the Evil’ (2012)
Aunque podíamos incluir distopías como ‘Battle Royale’, en la que una clase de instituto es obligada a matarse entre ellos, o la variación grillada de ‘The Faculty’, ‘Assasination Classroom’, solo un cineasta kamikaze como Takashi Miike podría hacer una película en la que un profesor muy querido por sus alumnos es en realidad un psicópata. Un filme mucho menos alocado de lo que se puede esperar en el director japonés, pero con suficiente humor negro como para no desentonar en su filmografía. Aunque, si quedaban dudas, su explosión sangrienta de violencia final contra los alumnos es símbolo inequívoco de que estamos ante Mikee.
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