Todo empezó con ellos, y ahora mueren fagocitados por Marvel Studios
X-Men: el fin de la saga que dibujó el futuro del cine de superhéroes hace 20 años
Todo empezó con ellos, y ahora mueren fagocitados por su propia madre, Marvel Studios, que reiniciará las aventuras mutantes dentro de su propio universo, tras recuperar los derechos que han permanecido siempre en Fox. Repasamos por qué la serie ha sido importante en el devenir del género en el momento del problemático estreno de X-Men: Fénix Oscura, en el filo de su absorción por Disney.
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Resulta Irónico que, tras la compra de Fox por parte de Disney, los personajes que hicieron posible el panorama de entretenimiento cinematográfico tal y como lo conocemos hoy, con su primera película, vean su final empequeñecido por el fin de ciclo de ‘Vengadores: Endgame’ y con resultados muy discretos tras un tortuoso proceso de producción lleno de retrasos y reescrituras.
Los problemas con ‘X-Men: Fénix Oscura’ empezaron tiempo atrás, cuando en los pases de prueba no hubo una respuesta demasiado entusiasta. Queda la duda de si es solo una tapadera de algo más. El problema de los X-Men es que siempre ha sido la gran franquicia perdida por Marvel, pese a que su adaptación, por parte de 20th Century Fox en el año 2000 disparó la posibilidad de que los personajes de cómic saltaran a la gran pantalla.
El desarrollo de los acontecimientos, por el contrario, hizo que Marvel creara su propia estructura para ir construyendo su universo con los personajes que no habían vendido a grandes productoras. Por ello, hay que hacer una distinción de lo que es un producto Marvel de Fox o de Sony, con lo que es el propio Marvel Studios, propiedad de Disney, que empezó a producir películas en 2008, formando su archiconocido multiverso compartido.
Cuando vemos el logo animado de Marvel en películas como ‘Deadpool’ o ‘Los 4 fantásticos’, es una colaboración, pero Disney no tiene opciones sobre esas marcas. En un mundo que se mueve tan rápido, Marvel-Disney necesita más y más personajes para seguir expandiendo su gallina de los huevos de oro, porque los Ironmanes se le mueren y los Capitanes se le van al asilo.
La lucha por recuperar a sus principales iconos pasó por un trato con Sony para recuperar Spider-Man, algo que han logrado manteniendo un status quo de reparto equitativo. Por ejemplo, la película ‘Spider-Man: Homecoming’ la estrenó Sony en España, a pesar de formar parte plenamente del universo de las gemas del infinito.
Sin embargo, si Sony quiere hacer pelear a su Venom con el Spider-Man de Tom Holland tendría derecho en cuanto Marvel-Disney saque tres películas con el personaje. Además de poder hacer por su cuenta maravillas como la ganadora del Óscar ‘Spider-Man: Un nuevo universo’. Sin embargo, Fox tenía bien atados a los mutantes de ‘X-Men’, incluyendo a Lobezno o Deadpool y no tenía intención de soltarlos, pese a ser uno de los grandes anhelos de Disney.
Fue Fox quien arriesgó los, entonces bastante elevados, 75 millones de dólares para proponer la primera adaptación seria de Marvel en el cine —sin tener en cuenta ‘Blade’, que tuvo mucha culpa de ese revival—, con buena respuesta del público.
En la primera ‘X-Men’, Bryan Singer, director de ‘Bohemian Rapshody’ caído en desgracia tras los eventos del Me Too, proponía una película de acción con las raíces en el realismo, buscando una estética sobria que alejara a la patrulla X de sus raíces de lycra y colorido.
Pese a ser una cuestionable forma de adaptar lo que debe de ser un tebeo mucho más centrado en la dinámica que en la trascendencia, sus mutantes ofrecieron una visión del proceso de exclusión de minorías a través del fantástico que ha hecho que la saga mutante sea favorita de mucha sección de la cultura pop de la comunidad queer.
‘X-Men 2’ supuso un impulso extra, gracias al protagonismo de la pata de conejo de toda esa saga, el carismático Lobezno de Hugh Jackman que, pese a no convencer en sus primeras apariciones, fue ganando peso hasta que en ‘Logan’ alcanzó el prestigio crítico y la primera consideración del cine de superhéroes para los Óscar, con la presencia de su guion adaptado entre los nominados.
Tras ‘X-Men 2’ las cosas empezaron a torcerse y la adaptación de la saga Fénix Oscura terminó con la precipitada ‘X-Men: la decisión final’, que cerró la primera etapa, con ese Magneto elegante de Ian McKellen, con una nota olvidable.
La llegada de Matthew Vaughn trajo de nuevo el prestigio a la franquicia, consiguiendo que ‘X-Men: Primera Generación’ aún sea considerada una de las mejores películas de superhéroes de la historia. Sin embargo, el paso en falso de volver a traer a Brian Synger a la franquicia hizo que las siguientes tomaran un ritmo descendente, desde la digna ‘X-Men: días del futuro pasado’ a la verbenera ‘X-Men: Apocalipsis’, que no supieron encadenar los elementos que hicieron que el reboot tuviera éxito.
Entre medias, unos mediocres orígenes de Lobezno y un fenómeno que triunfaba por dinamitar el escenario del cine de superhéroes actual, la deslenguada ‘Deadpool’.
La nueva película no llega a recuperar el pulso de ‘primera generación’, pero trata de ser algo más seria que ‘Apocalipsis’ con resultados tibios. El gran problema de esta misma película llegó cuando se anunció que Fox iba a ser comprado, finalmente, por Disney. Con la película rodada y casi lista para su estreno salieron las noticias de que se había cambiado porque no convencía mucho en los pases previos.
Sin embargo, recientemente, se ha sabido que todo el tercio final, que transcurría en el espacio, fue cambiado por una espectacular secuencia en los vagones de un tren. Un clímax que no está nada mal, pero que deja intuir un cambio importante en la concepción galáctica de la cinta. Y claro, con la Capitana Marvel hemos topado.
Resulta que el final ‘Fénix Oscura’ era bastante similar al tramo final de la que está llamada a ser la película de Marvel que refunde la fase cuatro con la personaje de Brie Larson llevando la batuta. Lo cierto es que los parecidos entre ambas películas no son pocos, incluso, ojo, transcurren en los 90.
Ambas mujeres reciben un poder gigantesco que atrae a un grupo de aliens que les van persiguiendo, en ambos casos extraterrestres que tienen la capacidad de tomar forma humana y al parecer, el gran final de ‘Fénix oscura’ tenía a Jean Grey volando y destruyendo naves cual Capitana Marvel al descubrir su poder reprimido en la memoria. Algo que también juega un papel importante en la película de Fox.
Si ahora nos ponemos en situación y sabemos que Disney posee todas las propiedades de Fox, no es descabellado pensar que han permitido el estreno de la última ‘X-Men’ de milagro, y la condición ha sido eliminar todo un final que podía poner en jaque la taquilla de su nueva cabecera, además de presionar el retraso del estreno.
El resultado es una cinta tocada de muerte pero que, después de todo, funciona como un cierre más o menos digno a todo un universo. Desde luego, el tratamiento de sus personajes femeninos es mucho más natural, sin forzar la postalita y el discurso empoderante que tan bien queda en los pósters promocionales y preocupándose más de que sean personas con sus propios problemas que en la foto “girl power” en medio de la batalla.
O, sin ir más lejos, sin dejar sin funeral a una de sus mujeres más icónicas en la saga. ‘X-Men: Fénix Oscura’ no será la mejor de las películas de superhéroes, pero es consecuente con el tratamiento humano de sus personajes, puede que su gran aportación al género y ahora se despide con coherencia; tendremos que ver si cuando resuciten a los mutantes en Marvel Studios tendrán sus propios sentimientos o serán otra propiedad para la juguetería.
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