ABSTINENCIA SEXUAL
Ni sexo ni masturbación: ¿tiene algún beneficio el ayuno sexual?
Suena mal, somos conscientes, pero la práctica promete cambiar la percepción del placer y convertirla en una experiencia totalmente nueva. Prepárate para reiniciar el router del deseo y que funcione mejor que con fibra óptica.
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¿Te estás llevando las manos a la cabeza? Perfecto, porque en eso consiste precisamente la práctica, en alejar las manos de cualquier órgano o protuberancia que te invite a soñar despierto y a satisfacer tus apetitos más carnales.
El ayunosexual es una tendencia que a suma adeptos a pasos agigantados y que consiste en abstenerse por completo del onanismo y la cópula. Nada de sexo y nada de masturbación, las manos quietas y donde pueda verlas.
Antes de que huyas despavorido a esas fantasías eróticas que tan feliz te hacen, déjanos contarte por qué arrasa y por qué muchos aseguran que puede cambiar vidas.
El peaje es caro pero parece que algunos profesionales recomiendan la técnica a las parejas que no están pasando por su mejor momento. Odette Freundlich e Ian Kerner son dos grandes defensores del ayuno y afirman que, tras el mes sin sexo –como mínimo–, la llama de la pasión se reaviva más y mejor que con cualquier juguete sexual.
¿Es magia? Te estarás preguntando tú, querido lector. Kerner lo define como un SexDetox alejado de los smoothies de apio pero capaz de mejorar nuestra creatividad y alcanzar un plano luminoso en el que disfrutarás del sexo como nunca.
Traspasado el umbral del mes, todo eso que cohibías aflora de una forma distinta. Es como cuando el wifi falla y lo reinicias con tus superpoderes y, acto seguido, vuelves a tener una conexión capaz de mover montañas.
Con ese símil poco explícito nos quedamos. Lo cierto es que cuando dejamos cualquier cosa y aprendemos a echarla de menosel regreso a ella es algo que roza lo extracorpóreo. A todos nos ha pasado con el chocolate, por ejemplo, o con nuestro dulce placer culpable favorito.
Vaya, que si dejamos de practicar algo tan cotidiano como el sexo o la masturbación de manera consciente, la elección nos acaba transformando incluso fisiológicamente.
Con los datos bajo el brazo y sin hacer trampas, que Internet es muy traicionero, os toca decidir si os atrevéis o no con el ayuno sexual. Visto lo visto, el tecnológico nos parece ahora una senda de flores y algodón de azúcar.
Eso sí, si crees que tienes un problema de libido, ya sea por exceso o por deceso, o problemas graves con tu pareja, déjate de cuentos. Los profesionales están ahí para salvarnos la vida.
Posdata: dile a tu bestie que ayuno sexual no es estar un mes sin sexo por no comerse una rosca, que darse el gusto a uno mismo computa en el marcador y eso es volver a la casilla de salida ¡Dicho queda!
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