GESTIÓN EMOCIONAL
Cómo rechazar a una persona sin hacerle ghosting: la guía definitiva
El ghosting se ha convertido en una práctica de lo más habitual entre los más jóvenes, pero eso no significa que esté bien utilizarlo. Aprende a gestionar la situación lo mejor posible para dejar de ver a esa persona cuanto antes sin hacerle tanto daño como con el ghosteo.
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Suponiendo que eres un ser humano plenamente formado y con la capacidad de adquirir responsabilidades, como cualquier adulto, hay una cosa que no es nada recomendable que hagas, a no ser que no quede más remedio: el ghosting. Si llevas unos años conociendo a gente nueva por redes sociales, es probable que hayas participado en él, ya sea como víctima o como verdugo. Ignorar a las personas es una manera fácil de borrarlas de tu vida sin demasiado esfuerzo, y es especialmente habitual cuando estás teniendo varias primeras citas en un corto periodo de tiempo. No hace falta ser ningún genio para darse cuenta de que el ghosting es totalmente contrario a la inteligencia emocional y la responsabilidad afectiva, y es por eso que hoy te traemos una guía de actuación para que la próxima vez que sientas la tentación de ghostear a alguien puedas tenerla en cuenta.
En primer lugar, debes tener claro que tienes derecho a rechazar a una persona cuando no sientes atracción por ella, a pesar de que te demuestre que le gustes mucho. No tienes la obligación de quedar con ella, ni siquiera para cerrar vuestra relación. Pero también debes tener en cuenta que la otra persona se sentirá mucho mejor si puede terminar esta etapa de una forma no-conflictiva, y evitar el ghosting es parte de ello. Ignorar o bloquear a una persona solo es una solución aceptable cuando, después de dejar clara tu falta de interés, esta persona insiste y te escribe pidiendo tu atención. Pero si decides ignorarla sin haber expresado que no quieres seguir relacionándote con ella, la otra persona se sentirá confusa y dolida.
Sea cual sea la razón por la que esa persona no te atrae, es importante que, cuando hables con ella, dejes claro que el problema está en ti. Porque sí, la mayoría de las veces en las que alguien no te gusta es porque no encaja contigo, y no porque haya hecho algo que te moleste. Si la otra persona es emocionalmente responsable, sabrá entender la situación y cortará la relación, a pesar de que le pueda dar pena no quedar más contigo. Si sigue pidiendo explicaciones o responde de forma irascible, trata de gestionarlo de forma asertiva; y si la conversación no parece ir a buen puerto, bloquéala o ignórala, pero hazlo sabiendo que has hecho todo lo posible por cerrar la relación como es debido. ¡Puede que dé pereza, pero esta forma de actuar es la única que puede evitar el sufrimiento de todos!
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