¿Por qué seguimos utilizando los dedos para contar?

Cuando somos pequeños y nos enseñan a hacer cuentas, sumas y restas sencillas, nuestros profesores, padres o hermanos mayores utilizan garbanzos, lentejas y, como no, los dedos de la mano. Con la sencilla técnica de ir señalando cada uno de los dedos aprendemos a contar hasta 10, a sumar y a restar. Con el paso de los años, esta técnica no suele caer en el olvido y, a pesar de tener calculadoras, seguimos usando los dedos de la mano. ¿Por qué ocurre esto?

No a todo el mundo se le dan bien los números y, a pesar de poder utilizar calculadoras en los ejercicios que manda el profesor, son muchas las ocasiones en las que tendemos a asegurarnos de las cuentas más simples utilizando los dedos de las manos.

Hay personas a las que les da vergüenza admitir este hecho y prefieren utilizar papel o, si son capaces, hacer las cuentas de cabeza. No obstante, una técnica no es mejor que otra y nadie debe avergonzarse si utiliza las manos para contar, sumar o restar. Siempre y cuando nos facilite la tarea y haga que lleguemos a la solución correcta, debemos seguir utilizando este método.

Pero, ¿por qué seguimos contando con los dedos aunque podamos hacer simples cuentas sin ningún tipo de soporte visual? ¿Existe alguna relación entre este gesto y la capacidad que poseemos de resolver problemas matemáticos? En este vídeo te resolvemos todas tus dudas.

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