FOREVER YOUNG
Por qué estás poniendo mal tus libros en la estantería
Las manías y lo estético nos llevan a colocar las cosas de modo placentero para la vista. Sin embargo eso significa que puedes estar, por ejemplo, dañando tus libros, lo que quedará incluso peor a posteriori. Así puedes evitarlo.
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Todos tenemos nuestras manías a la hora de colocar cosas. Queremos que queden bien, que estén bonitas, y que al verlas podamos decir "ay qué bien han quedado". Es la maldición de "tener TOC" que dicen algunas personas, o el "aesthetic" que dirían otras. Y no está mal. ¡Está bien disfrutar con todos nuestros sentidos! Pero a veces esas ideas de la estética pasan por encima de las ideas de utilidad, o incluso de la conservación. Por ejemplo, a la hora de colocar libros en la estantería, ¿lo estás haciendo bien o te estás dejando llevar por lo estético? Vamos a averiguarlo.
La cuestión es muy sencilla: si estás colocando tus libros de tal modo que los lomos queden al mismo nivel, lo siento, lo estás haciendo mal. Y no solo estás equivocado en tu método sino que, en el proceso, les estás haciendo daño a esos tomos que tanto te gustan. Al colocar todo nivelado en los lomos lo que ocurre es que dejas espacio detrás. La presión de las zonas de contacto se traslada a esas zonas sueltas, lo que hace que se expandan y pierdan su forma. ¿Resultado? Libros deteriorados y páginas más débiles.
La solución, por suerte, es muy sencilla. Empuja tus libros hasta el fondo de la balda, de tal modo que queden alineados en el borde contrario al lomo. Eso evitará que haya presión en el lomo y, además, no habrá ningún sitio al que las páginas puedan extenderse por el otro lado. Quedarán bien posicionadas y tus libros estarán bien cuidados. A cambio, solo tienes que dejar de lado la estética, o incluso abrazar un nuevo estilo. Si superas este paso, entonces podrás subir de nivel y empezar a colocar los marcapáginas como es debido: a mitad de página, no pegado al lomo.
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