SKATER OLÍMPICA
Andrea Benítez protagoniza ''la mejor entrada en la historia'' de 'Una caña con...'
Con un Kikillo literalmente quemado por un ‘accidente solar en cabo de Gata’, la skater aparca sus trucos en una entrevista distinta a lo que estamos acostumbrados de ella.
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No es normal que un invitado se traiga atrezzo a ‘Una Caña Con…’, pero es que lo de la normalidad en ese espacio es algo relativo. “Yo no me he traído mi skate, pero soy muy fan”, asegura Carolina Iglesias en una confesión que cobra sentido diferente cuando delante está Andrea Benítez.
“Llevo como dos carreras simultáneas”, dice la skater con los pies muy en la tierra: “Terminé ingeniería eléctrica hace poco, y cuando empecé a patinar pues era prácticamente imposible dedicarse a eso”. Carolina entonces descubre que sus orígenes como patinadora tienen un punto en común con la deportista olímpica…
“Tuve escoliosis, como tú, y con el corsé acentuaba más mi actitud de skater que mi habilidad”, dice, frente a la experiencia similar de Andrea. “Yo sí aprendí a patinar con corsé, fue como empezar de cero”. No lo recuerda como algo “dramático” e incluso le ve ventajas a aquellos comienzos: “Una vez me di un golpe y fue como si nada, y cuando me lo quité definitivamente, era como volar libre”.
En el terreno personal, Percebes se queda ojiplática cuando la invitada asegura que fue sonámbula, tiene sueños vívidos y “un montón de movidas cuando sueño, ¡y sueño mucho!”. Algo de soñadora tiene que tener para llegar a hacer historia en Tokio 2020. Sí, quedó fuera de las medallas, pero su estreno fue sencillamente espectacular.
La relajación de ambas es inmediata -y más cuando Kikillo asoma su chumascado rostro-, una demostración más de que, como dice Mahou, los encuentros entre personas son esenciales para vivir mejor.
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