BAÚL DE LOS RECUERDOS
Abre un buzón que llevaba décadas cerrado y encuentra joyas como esta
Este catálogo antiguo se ha hecho viral después de ser rescatado de un buzón a rebosar que no había sido abierto durante décadas. Las imágenes que salen en él han resultado de lo más nostálgicas para todas las personas que se han cruzado con él en Twitter.
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Hay pequeños objetos o detalles que pueden trasladar en el tiempo a las personas, a pesar de que no tengan demasiado valor. Cuando un lugar queda cerrado durante décadas y alguien decide abrirlo de repente, puede encontrarse con todo tipo de joyas que tengan la capacidad de cumplir la misma función que una máquina del tiempo. Eso es lo que le ha ocurrido a este chico, que estuvo presente cuando alguien decidió abrir un buzón del edificio en el que vive su madre, después de estar cerrado durante varias décadas. Entre otros grandes tesoros, estaba este catálogo de más de veinticinco años de antigüedad.
Desde los precios marcados en pesetas a la estética de algunos de los productos que se presentan, lo cierto es que los catálogos han cambiado mucho desde que este fue diseñado. Más allá de que la inflación siempre distorsione un poco las cosas, que un exprimidor de una marca reconocida cueste lo mismo que dos o tres CDs grabables es algo que ha sorprendido a muchas de las personas que se han cruzado con este tuit.
Además, hay prácticas que eran de lo más normales en 1996, pero que ahora serían impensables: por ejemplo, hacer un regalo tan random como un marco de fotos por la compra de una nevera de lujo. Si a eso se suman las horripilantes colchas que se vendían para la cama en esos años (y que entonces eran percibidas como el culmen de las artes decorativas), la mezcla de nostalgia y risas está más que servida.
Eso sí, muchos han reconocido que algunos de los productos que salen en este catálogo todavía circulan por sus casas y funcionan de maravilla; se han conservado casi tan bien como esta revista, que ha esperado pacientemente durante un cuarto de siglo a que alguien la sacase de ese pobre buzón abandonado. ¡Hasta los catálogos eran de más calidad antes!
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