Conoce a 'la gemela' de Kendall Jenner

Lograr seguidores en Instagram es toda una odisea. Somos tantos, y el contenido es tan variado, que lograr sobresalir en la red social es una tarea titánica. Sin embargo, Lau Carrasquel no ha tenido ese problema. A la instagramer le han llovido los follows, simple y llanamente, por ser calcada a Kendall Jenner. Y es que, por más que la miramos, no salimos de nuestro asombro.

Nos gustaría presentarte formalmente a Carrasquel, pero lo cierto es que sabemos muy poco de esta usuaria de Instagram. Con apenas 34 posts, incluso menos que ese amigo tuyo al que Instagram le aburre, ha logrado la friolera de 60.000 seguidores. Compartir facciones con la hermana de Kim es sinónimo de éxito.

Por lo que comparte en sus historias destacadas, sabemos que la Kardashian perdida es de Latinoamérica y habla portugués y español. Además, comparte aficiones con su gemela no oficial: el gimnasio y la vida sana.

En su perfil no hace alusión alguna a su parecido, así que desconocemos si hay intencionalidad en hacer el símil cada vez más realista. Desde luego, raro no sería. Son muchos los casos de personas que, en su afán por asemejar su físico al de otra, se han sometido a todo tipo de cirugías.

No sabemos si alguien le habrá pegado el chivatazo a Kendall, que de enterarse, se quedaría tan de piedra como nosotros. O, viendo la oportunidad, igual deciden incluirla en la final season del reality ‘Keeping Up with the Kardashians’.

Tener una doble prácticamente exacta tiene sus ventajas. Ahora que Kendall ha lanzado su propia marca de tequila —y ha confesado su adicción a las redes—, una sustituta puede venirle como anillo al dedo. Mientras ella se ocupa de sus labores como empresaria, Lau puede atender a la prensa y a los photocalls. Esta fantasía podría convertirse fácilmente en la secuela de ‘Tú a Londres y yo a California’.

Hasta que la familia más famosa de la televisión la encuentre, le recomendamos que aproveche su gran parecido físico para asistir a alguna que otra velada superexclusiva. Con suerte, y si logran confundirla con una Kardashian, no le faltarán copas, ni canapés.