QUIERO QUESO
La increíble historia de estas dos maletas en Barajas: "Se parecen a la mía y la de la abuela"
Las vacaciones son un periodo para relajarse y disfrutar. Se pueden dar de lado los problemas de la vida cotidiana, dejar volar la mente y coger un avión a un destino que nos muestre un nuevo horizonte. Solo es cuestión de rezar porque todo vaya bien y… ¿que no se olviden las maletas en la pista?
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Imagínate una situación relativamente típica: te has levantado pronto para ir al aeropuerto. Tienes las maletas hechas desde el día anterior y has dormido lo justo por la emoción del viaje. Llegas a tiempo, estás de charleta con tu familia y vas a la puerta de embarque con tiempo de sobra. Has dejado las maletas en facturación y estás sentado en tu sitio tranquilamente, mirando por la ventanilla del avión. Observas la pista de despegue y entonces le dices a tu tía "Mira, se les han caído dos maletas" y ella responde "Se parecen a la mía y la de la abuela".
Eso es lo que le ha pasado a Alberto, y así lo narraba en Twitter durante el fin de semana. Mientras las miradas del mundo estaban sobre La Velada del Año IV y expectantes por el resultado de la final de la Eurocopa que España iba a jugar un día después, Alberto estaba más preocupado por el queso de dos kilos que llevaba su abuela. Con 30 grados al sol lo cierto es que era difícil suponer que la historia tuviera un final feliz para tan preciado alimento. El misterio duró hasta el lunes, cuando las maletas, felizmente, regresaron al hogar.
¡Todo en orden! ¡El queso a salvo! Y no solo el queso, porque encima iba acompañado de pimientos de padrón y dos chorizos, que se habían tostado juntos como buenos amigos. Lo cierto es que por delante no quedaría mejor celebración que comerse el queso, los pimientos y los chorizos, y disfrutar de tales manjares. Ahora, si disculpáis a este pobre redactor de Flooxer Now, me ha entrado hambre y voy a hacerme un buen bocadillo que espero que no se me caiga en ninguna pista.
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