Sí, quiero
Intenta no llorar: la petición de mano viral que es pura fantasía
Un creativo novio da el supercampanazo con una idea digna de un Oscar para proponer matrimonio a su chica. De verdad, sin conocerle de nada, hasta yo hubiera dicho "Sí, quiero".
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Ser original en declarar tu amor es algo tan complicado como bien recibido cuando consigues salirte de la norma. Lee Loechler lo sabe bien, porque llevaba seis meses planeando cómo pedirle matrimonio a su novia de toda la vida, pero su ideaca le ha valido el reconocimiento unánime de las redes con un impresionante ejercicio de creatividad.
Resulta que el romanticón de Lee trabaja en la industria del cine, conoce a varios dibujantes y tenía un proyecto para hincar la rodilla que le ha granjeado fama mundial en cuestión de horas. Con ayuda de la ilustradora Kayla Coombs pensó en sustituir una parte de la película 'La Bella Durmiente', cambiando a los protagonistas por versiones Disney de él mismo y su prometida, la doctora Sthuthi David. Mira el vídeo y aguanta las lágrimas:
El clip está grabado a tres cámaras, uno con la pantalla para apreciar el curro que se marcaron los involucrados, un general para ver la sala y un plano cercano de ambos para ver las caras de los enamorados. A juzgar por la expresión de ella, se percata de que hay algo raro cuando la tez de Aurora se vuelve más oscura, cercana a la suya propia. Según se acierta a leer en sus labios, parece decir algo como "es diferente", frente a la divertida mirada de Lee a una cámara oculta.
Después, la versión animada de Loechler lanza desde la pantalla la cajita de un anillo, que hábilmente recoge Lee en la sala de cine donde todos estaban compinchados para el evento. Sthuthi flipa en todos los colores posibles y, cómo no, dijo que sí a la espectacular propuesta. Joé, hasta yo hubiera dicho sí.
"No todos los días le pides matrimonio a tu novia del instituto", dijo Lee mientras hincaba la rodilla sin saber que su locura alcanzaría proporciones bíblicas. Pero la preparación trae cola, ojito: alquiló una sala de cine, hizo tickets falsos de películas e invitó a unos cuantas personas que se encontró por la calle para hacer de la audiencia algo más realista, así como para esconder más fácilmente a amigos y familiares. A cambio de la asistencia, ofrecía pizza cerveza y su "gratitud eterna", en un evento que parece sacado de una película.
En YouTube ya suma dos millones y medio de reproducciones, y se da el hecho que Loechler tenía hasta un clip editado en caso de que la doctora la hubiera dicho que no. Eran los siete enanitos llorando por la muerte de Blancanieves, pero por suerte para él no lo necesitó. Final de cuento de hadas. Ay, se me ha metido algo en el ojo... ahora vuelvo.
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